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En un partido a puro gol, Racing aprovechó los errores de Boca

Rácing lo sorprendió de entrada con goles de Milito y Acuña. En el complemento Boca con 2 de Chávez llegó al empate pero con dos tantos de penal de Bou, la Academia festejó.

 

A los 12 minutos Racing ya estaba dos goles arriba de Boca. ¿Si era justo? Difícil definirlo, pero lo cierto es que parecía una diferencia gigante para un partido de verano. Más si para la Academia el partido de anoche era un testeo para lo que se le viene a corto plazo: en dos semanas jugará nada menos que el repechaje ante Pachuca, para definir si ingresa a la zona de grupos de la Copa Libertadores. Para el Xeneize, en cambio, era una chance más para que Rodolfo Arruabarena observara el recambio que tiene en su numeroso plantel.

A los cinco, en la primera aproximación de la noche marplatense, Diego Milito demostró por qué es un artista del área. En dos toques, después de que Nicolás Sánchez bajara un envío frontal de Marcos Acuña, el capitán acomodó la bocha y la cruzó para que le quede bien lejos a Guillermo Sara, allá en el segundo palo. Un mimo para el ídolo de la Acadé: en lo que será su última pre temporada de verano festejó de cara a ese público con el que tanto amor recíproco respira. Y también fue un espaldarazo para Facundo Sava, que no tuvo la mejor presentación la semana pasada ante Estudiantes, cuando a su equipo se le escapó el partido después de irse en ventaja al entretiempo.

Apenas siete minutos después de ese primer grito, la defensa xeneize dejó otro regalito en su propia área. Marcos Acuña se encontró con la pelota picando en el punto del penal, delante de las narices de Sara y en las espaldas de Lisandro Magallan. El ex Ferro, igual que Milito, no dudó: con su zurda sutil la tiró por encima del arquero y corrió a celebrar. No: no era justo. Pero era. Y pesaba más porque muchos recordaban lo que había pasado el verano pasado: Racing le dio un baile a los suplentes de Boca, con goleada incluida y patadas al borde del papelón del lado xeneize. Ayer pudo haber sido mayor la diferencia en la primera mitad, porq ue Gustavo Bou -verdugo de Boca desde que vistió de celeste y blanco- definió bárbaro para el tercero pero el palo le dijo que no.

Pero tal final fue otra la historia: el equipo de Arruabarrena buscó los caminos hacia el descuento, pero Nelson Ibáñez blindó el arco académico durante la primera mitad. Esa era sea la mejor noticia para Sava: El mendocino será el arquero ante Pachuca, porque Sebastián Saja arrastra la expulsión de la última Libertadores, cuando la Academia quedó eliminado ante Guaraní en los cuartos de fina. Ibáñez se lució en un tiro libre de Nicolás Colazo, tapó un par de intentos de Cristian Pavón, de lo mejor en el equipo de Boca. y le atajó un penal a Andrés Chávez, que de cabeza marcó el descuento.

A partir de ahí, de que Germán Delfino cobrara un penal donde sólo él vio, el partido fue otro. Cuatro minutos después, Chávez aprovechó un buen pase de Leandro Jara y empujó la pelota a la red. Tres minutos después de la igualdad transitoria, Delfino volvió a inventar un penal: esta vez por un pequeño agarrón de Lisando Magallán a Gastón Campi. Gustavo Bou, el verdugo xeneize desde que se vistió de celeste y blanco, definió con una vaselina desde los 12 palos. El 7 bravo fue la figura: después le hicieron un penal tras una apilada que incluyó dos caños. Ese penal lo definió suave y a la izquierda del arquero. Fue, al cabo, igual que el último verano: goleada con el entrerriano como figura.

 



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