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Algunos apuntes sobre el paso de Jorge Drexler por Argentina

El cantautor uruguayo presentó en vivo su flamante disco "Salvavidas de hielo" en conciertos que ratificaron su lugar central en la música rioplatense.

Desde que Jorge Drexler ganó un premio Oscar por la canción original Al otro lado del río, de la película Diarios de motocicleta, todo artículo sobre sus discos o sus conciertos incluye casi como necesidad editorial la mención a la estatuilla, aparato legitimador de artes, ciencias y hollywoods. Pero el amigo uruguayo que reside en España es mucho más que la alfombra roja de la Academia.

La noticia es que Drexler estuvo en Buenos Aires ofreciendo cuatro conciertos en los que las nuevas canciones del disco Salvavidas de hielo fueron protagonistas centrales, aunque el cartel francés haya sido para un puñado de clásicos.

A lo largo de los shows que sonaron en el Gran Rex, el artista rememoró joyas como Sea ("que aprendí a cantarla con Mercedes Sosa", dijo); Polvo de estrellas (dedicada a Santiago Maldonado); Guitarra y vos (en una versión acústica impagable) y 12 segundos de oscuridad, entre otras.

Polvo de estrellas

La canción elegida para abrir el recital fue, en todos los casos, Movimiento, punto alto de la flamante placa y que comparte podio con la enigmática Silencio y la casi retro pop Telefonía. Todos los tracks de Salvavidas... que sonaron en vivo corrigieron y aumentaron su potencia sonora y la calidad interpretativa del músico, que a esta altura es uno de los popes de la canción hispanoamericana.

En la última fecha, el domingo 22 de octubre post elecciones, Drexler combatió toda la noche con una gripe traicionera que, sin embargo, no logró empañar la fiesta y hasta le imprimió cierto carácter epopéyico a algunos pasajes.

Somos contemporáneos de un artista que hizo de la obsesión por el sonido perfecto una batalla personal que logró ganar a fuerza de canciones arquitectónicas y mucha sangre puesta en las letras, pequeñas obras de orfebre literario, entre cuerdas, vientos y loops.

Movimiento

No hay tantos grandes artistas en el mainstream y Drexler, pese a su perfil indie, es uno de los que pisan fuerte en la industria. Desde hace unos años el músico tiene base de operaciones en España y a modo de festejo es que una de sus nuevas canciones se titula Pongamos que hablo de Martínez, dedicada a Joaquín Sabina, el tipo que en los años 90 ("y en una noche de excesos") le dijo que se fuera a vivir a Madrid. 

"Vos me augurabas oropeles y ultramares. Y al regresar del baño, ¿quién no te creería?", dispara en las primeras líneas del tema.

Aquí, allá y en todas partes el autor de Me haces bien ("¡la canción de la sopa!", como cada tanto le piden sus fans a modo de guiño irónico) es un referente de la canción rioplatense pero a la vez también de los matices que aportan los nuevos sonidos al pop canción. Porque, cuando hablamos de música popular, tenemos que hablar de músicos populares. Drexler es uno. Internacional y popular. De los nuestros, de los de acá.



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