SOCIEDAD | opinión

Año nuevo, machismo eterno: otra vez Miramar

Medios de comunicación, poder Judicial, fuerzas policiales y una sociedad donde parece que el patriarcado no da tregua. Otra niña brutalmente abusada, 5 hombres que demostraron el pensamiento de varios.

Año nuevo, machismo de siempre. En Miramar pasé casi todos los veranos de mi infancia y adolescencia. Éramos 3 hijas mujeres y una mamá sin marido. Se suponía que en la ciudad de las bicicletas nada iba a pasar: Eso no significaba que nada pasaba, pero en mi niñez no podía aún tomar conciencia de los actos más aberrantes que los seres humanos son capaces de realizar a otros por el solo hecho de tener otro género.

Con el paso del tiempo, las vacaciones en Miramar quedaron atrás y solo alguna información que levantaban los medios sobre esa playa me hacían revivir mis veraneos. Recuerdo como me impactó la noticia del abuso y crimen de Natalia Melmann hace varios años, recuerdo también como me dolió el fallo donde absolvieron a los asesinos y violadores de la joven. Hoy, volví a sentir el mismo escalofrío cuando leí la noticia de la violación por 5 hombres a una niña de 14 años (sí, afirmo: niña. Toda mujer sabe que a los 14 años eres una niña que aún no entiende que hace en un cuerpo que va creciendo).

Hace pocas semanas hubo un acto revolucionario para los medios masivos de comunicación cuando el Colectivo de Actrices Argentinas, se unieron para denunciar públicamente a un reconocido actor que violó a una menor. Meses atrás, se habían realizado varias acusaciones a hombres famosos por actos de violencia contra mujeres. En los últimos tiempos, se empezó hablar de machismo en los medios y se destaparon tabúes que la televisión y diarios supieron guardar cajoneados durante mucho tiempo.

Los añejos comunicadores machistas avalados por su popularidad y reconocimiento comenzaron a bajar la intensidad de su discurso e incluso a modificarlo debido a la "ola feminista". La descalificación constante que se realiza(ba) hacia la mujer y el género femenino, como por cuestión de moda comenzó a repensarse. Esto no ocurrió en todos los medios, solo en algunos con mujeres que luchan día a día contra sus propios límites y los de sus compañeros militando por generar una comunicación conciente y con algún otro medio o comunicador oportunista que sabía que era tiempo de cambiar el discurso.

Irónicamente, los mismos conductores o periodistas que humillaban o trataban peyorativamente a la mujer con adjetivos sutilmente descalificativos comenzaron a darles nombre propio y empezaron mágicamente a valorar su opinión. Pero esto no fue lo más llamativo que se pudo vislumbrar desde los medios de comunicación. Lo sorprendente fue cuando los titulares dejaron de contar historias de "crímenes pasionales" y empezaron a tomar en cuenta la posibilidad de encuadrarlos en el marco de "violencia de género".

¿Esto es todo? No. El machismo sigue intacto, es un rol que tienen los integrantes de una sociedad que va a continuar por muchos años más. ¿Por qué? Porque el machismo está implícito, está en las mujeres y en los hombres por igual, está apañado por las madres y abuelas, como por sacerdotes y jueces. Está en el Presidente que cree que a todas las mujeres nos gusta que nos digan "que lindo culo tenés". Está en los medios, en las escuelas, en el trabajo, en el shopping, en el colectivo y en la cocina de tu casa. El cambio o la caída del patriarcado será largo, será lento y será gradual.

Con tanta concientización por parte de periodistas y medios, Clarín vuelve a titular culpabilizando a la víctima, al alcohol o a la falta de cuidado de los padres hacía la menor. El formato de comunicación que emplean los medios, al igual que el discurso que se da en los principales canales, apunta a lo que la sociedad tiene inserto en sus entrañas: un mal que no se soluciona con cientos de actrices acusando a Darthés, o con nuevos héroes del mundo del espectáculo cambiando el discurso.

La violación por 5 hombres en vísperas del año nuevo es el claro ejemplo de que la mujer sigue siendo humillada, acusada, violentada y los hombres tienen la autoridad y la posibilidad de hacerlo. Lo avalan sus pares, lo avalan los medios, lo avala la propia Justicia. El femicidio no es algo nuevo, el femicidio es el acto de supremacía corporal o física que ejerce el hombre contra la mujer, llevándola a la muerte, asesinándola. Al igual que la violación es un acto de demostración de poder avalado, en cierta forma, por la sociedad patriarcal que no hace nada para combatirlo o impedirlo.

La situación de Miramar expone una vez más el trágico problema que tiene la sociedad argentina, que tiene Latinoamérica, que mundialmente está apañado y que recién comienza a verse resquebrajado.

Nos falta mucho para llegar a un cambio, nos falta mucho para que los conductores, locutores y periodistas titulen o cuenten la noticia sin ese dejo machista que se siente al leer la nota.

Este nuevo año comenzó con muchas malas noticias pero hay una donde no deberíamos dejar de replantearnos y repensar nuestro nivel de machismo: este 2019 empezó con una niña más abusada y con un nuevo acto de demostración del poder que cree tener el hombre argentino sobre la mujer argentina.  



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