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12 años de la ley que vino a saldar la deuda histórica con el colectivo travesti-trans

Para muchas personas, conocer a fondo las leyes que les otorgan derechos no es necesario, pero para el colectivo travesti, trans y no binarie es elemental, decisivo para acceder al estudio, el trabajo y la salud. Por eso, hoy la recordamos.

Foto: Rocío Bao.
Foto: Rocío Bao.

Para muchas personas, conocer a fondo las leyes que les otorgan derechos no es necesario, no es prioridad. Pero para el colectivo travesti, trans y no binarie es elemental, es decisivo para acceder al estudio, el trabajo y la salud, entre otras cosas. La Ley 26.743 de Identidad de Género es nuestra puerta a la vida social, y hoy, 9 de mayo, celebramos un nuevo aniversario. Hace 12 años el Senado aprobaba la ley madre que vino a saldar las cuentas pendientes del Estado para con las personas trans, una deuda histórica.

Esta nota no dialoga con los discursos de odio ni pretende desmontarlos. Esta nota es un homenaje de un humilde redactor travo de la cooperativa que es Infonews, con sus 13 integrantes que la reman a pulmón todos los días en un contexto precario y hostil con los medios de comunicación con menos recursos. Llegará el día en que las personas trans estemos en todos los espacios, pero no es hoy. Y no lo va a ser en el futuro próximo, con un gobierno abiertamente de derecha, antiderechos y enemigo de las mujeres, las personas discapactidas, las personas LGBTIQ+, las amas de casa, jubilados, universitarios, docentes y trabajadores en general.

“Estos gobiernos neoliberales, con sus planes económicos tan perversos hacen que nos encontremos en una situación súper precarizante y muy alerta en cuanto a los discursos de odio que difunden estos gobiernos”, señala Tatiana Breve en entrevista con el diario Río Negro, “estos discursos de odio no son gratuitos, y nos afecta justamente a quienes nos toca poner el cuerpo”.

Nos toca a nosotres, les tocó a Pamela Cobas y Mercedes Figueroa, ambas de 52 años, que murieron calcinadas, víctimas del lesbocida Fernando Barrientos en el barrio porteño de Barracas. Otras dos mujeres, también lesbianas, están internadas a causa de las graves lesiones que les produjo el ataque con una bomba molotov.

Murió otra de las víctimas del ataque de odio en Barracas

Les tocó también a Diana Sacayán, a Lohana Berkins y a cientas de travas y transmasculinos que fueron asesinados a sangre fría. También Tehuel de la Torre, desaparecido en democracia al presentarse a una entrevista laboral, y a Eugenio Talbot Wright, que se suicidó. Todos crímenes de odio, todas muertes evitables. Una sociedad manchada de sangre y que se escuda cobardemente en la "libertad de expresión". ¿Qué libertad de expresión puede existir si esas palabras empujan a alguien al suicido? ¿si legitiman la discriminación? ¿si contribuyen a que un femicida actúe?

La ley de identidad de género aún sobrevive, aún no fue tocada por este gobierno de impunes. Aún es posible modificar el nombre, la imagen y el sexo registrado en los documentos. Si querés operarte, la obra social debe cubrir la intervención quirúrgica y los tratamientos al 100%. Si te discriminan tenés derecho a defender tu identidad de género.

Y si la intentan derogar, habrá todo un colectivo y toda clase de aliados, abuelas, madres, padres, hermanos, primos, amigues, feministas y personas que empaticen, dispuestos a defender estos derechos a como dé lugar. Que de eso no haya dudas.



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