"Monitorear el pensamiento no favorece la libertad de expresión" es el título que eligió la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) para cargar contra la posible creación de un Observatorio de la desinformación y la violencia simbólica en medios y plataformas digitales (Nodio).
La iniciativa, lanzada por la Defensoría del Público (Adepa remarca que esto sucede a once años de la sanción de la Ley de Medios, contra la que también militó al igual que Clarín, La Nación y otros nombres propios de la corporación mediática).
Un periodista de Clarín no para de difundir fake news
El vehemente comunicado de Adepa no duda en señalar a quienes integraron el panel que presentó la idea de Nodio, entre ellxs la defensora del público, Miriam Lewin; el psicoanalista Jorge Alemán; la investigadora Adriana Amado Suárez y la periodista María Seoane.
El observatorio busca "reflexionar acerca de las prácticas responsables" y "proteger a la ciudadanía de noticias falsas", además de discutir sobre "los aspectos éticos del ejercicio de la libertad de expresión en internet". Todo esto no le gusta a la entidad que sostiene al periodismo de guerra que Clarín comenzó a ejercer en 2008 ?durante del conflicto entre el gobierno de Cristina Kirchner y las patronales del campo? y que aún hoy continúa.
Según Adepa estos espacios de discusión son "órganos de vigilancia" que contienen "un riesgo cierto de que estos sean utilizados como método sutil de disciplinamiento o represalia por motivaciones ajenas a los principios que dicen promover".
"Una cosa son las iniciativas provenientes de la sociedad civil para promover el análisis crítico de los contenidos que circulan en el ecosistema digital. Otra muy distinta sucede cuando este tipo de propuestas provienen de organismos públicos, que perfectamente pueden utilizar estos mecanismos de ’observación’ como una suerte de censura indirecta", dice la Asociación aunque sin argumentar de qué manera el debate sobre lo que se lee en redes sociales y medios (cargados de fake news en su mayoría promovidas por los medios que Adepa cobija bajo su ala).
Por último, se vuelve a querer instalar el miedo al debate y, sobre todo, la confusión respecto de lo que son las fake news, al afirmar que el hecho de "que un organismo público monitoree el ejercicio de la opinión y la información en una sociedad siempre es un llamado de atención para la libertad de expresión". Otra fake news, pero en formato de comunicado.
