En su rol de vocero presidencial, Manuel Adorni tiene una respuesta para todo, justifica el hambre y los ajustes, la represión y el brutal avance del Gobierno contra los derechos de la población. Después de haber negado que la ministra de Capital Humano Sandra Pettovello, haya convocado a dialogar "de a uno" a "personas con hambre" (pese a los videos que atestiguan lo contrario), ahora dio entre platillos y bombos una nueva noticia que más bien parece un chiste: aquellas personas que necesiten ayuda alimentaria podrán hacer su reclamo por mail o por teléfono.
El Gobierno no recibe a los pobres y pide reclamar por "canales oficiales"
Según el registro de las organizaciones sociales que trabajan en el sector con comedores, son 4,5 millones de personas las que asisten a alimentarse, y la demanda crece.
Pero el Gobierno está empecinado en que ningún referente social ni ninguna organización sea el intermediario entre pobres y funcionarios, pero tampoco resuelve una situación que desde el sector denuncian hace semanas: el Gobierno no les está enviado alimentos.
Este martes, Adorni afirmó en conferencia de prensa que de todos modos que el objetivo es que los alimentos que se destinen a los comedores "lleguen a quienes los necesitan y que no haya en el medio gente que haga negocios con los pobres".
Al respecto, ratificó que el Gobierno no quiere que haya "intermediarios" en ese tema sino que la ayuda debe ser directa a quien la necesite y, por eso, informó los canales de información para que quienes necesiten alimentos se comuniquen con el Ministerio de Capital Humano, a cargo del tema: “Quien necesite ayuda alimentaria puede comunicarse con los canales oficiales ([email protected]) y hay un 0800-222-3294, opción 1”.
La pregunta es, entonces, si en su apuesta a la individualización de una problemática estructural como el hambre y la pobreza, la ministra Pettovello no pudo y no quiso recibir a las miles de personas que había convocado cuando salió del ministerio a decir que vayan de a uno, que ella misma iba a anotarlos y atenderlos, ¿resolverá su cartera los llamados telefónicos o mails de más de 4 millones de personas? Y ¿qué va a suceder con las personas que ni siquiera tienen forma de comunicarse por estas vías?
