La Central Nuclear Atucha II volvió a generar y entregar energía eléctrica al sistema nacional, luego que la empresa operadora Nucleoeléctrica Argentina completó el diseño y fabricación del herramental necesario para la reparación de un desperfecto detectado en octubre de 2022.
La Secretaría de Energía y la firma Nucleoeléctrica informaron que la central ubicada en el complejo nuclear del partido bonaerense de Lima, retornó al servicio luego de 10 meses de parada, y volvió a entregar energía a la red eléctrica, tras finalizar con éxito el proceso de reparación sin precedentes en el mundo.
A la vez que se anunció la entrada de servicio de Atucha II, se recordó que Atucha I tiene prevista una parada programada de mantenimiento -que se realiza una vez al año- que comenzará el 9 de septiembre y se extenderá por espacio de 10 semanas.
Para el operativo de reparación se afectaron unas 200 personas que trabajaron en el interior de la central durante dos semanas, con un presupuesto estimado en casi US$ 20 millones, pero el mayor tiempo lo demandó el diseño y fabricación del herramental y procedimientos de ingeniería diseñados y fabricados íntegramente en el país, para resolver el desperfecto.
Se trató de una falla mecánica que consistió en el desprendimiento de uno de los cuatro soportes internos que se alojó en el fondo del tanque del reactor, lo cual no implicaba riesgos para la seguridad de las personas o el ambiente, pero motivó la detención del rector de manera preventiva para evitar incidentes mayores.
"Atucha II vuelve a funcionar. Quiero felicitar a los trabajadores y trabajadoras de Nucleoeléctrica por el trabajo que realizaron en tiempo récord", destacó la secretaría de Energía, Flavia Royon, en su cuenta en Twitter.
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La funcionaria subrayó que "la solución implementada por Nucleoeléctrica consistió en realizar la reparación de forma remota, a través de los orificios para carga y descarga de combustible del reactor, sin la necesidad de desarmarlo", como se recomendaba en el diseño original de la central, lo que permitió acortar los plazos de reparación de cuatro años a diez meses.
El reactor ofrece una potencia de 745 Mw y utiliza como combustible uranio natural y agua pesada como moderador y refrigerante como las otras dos centrales con que cuenta el país que son Embalse y Atucha I, y su salida en el primer semestre explicó una menor generación nuclear de -14.6%.
Nucleoeléctrica Argentina completó la semana pasada la segunda y última etapa de reparación dentro del reactor de Atucha II y con su retorno a las operaciones, la compañía informó que Atucha I saldrá de servicio para realizar sus tareas de mantenimiento programadas.
El presidente de Nucleoeléctrica Argentina, José Luis Antúnez, en su momento en un diálogo con Télam, aclaró que el episodio "en cierto sentido afectó el funcionamiento normal y gracias a eso nos dimos cuenta por qué produjo una suba de temperatura local".
"Pero la reparación se debía realizar porque no se puede tolerar una pieza de 15 kilos de peso suelta en el fondo del reactor. Probablemente no se mueva en los 60 años que le quedan de vida útil a la central, pero no es así como trabaja la industria", señaló uno de los mayores especialistas del sector nuclear argentino.
Nucleoeléctrica había completado a principios de julio el corte y la extracción del separador desprendido dentro del reactor, la etapa "más desafiante" en los complejos trabajos de reparación que debió emprender la compañía tras detectar la falla durante una parada programada del año pasado.
Dado que el separador desprendido se encontraba a 14 metros de profundidad dentro del reactor, fue necesario el diseño de herramientas que se adaptaran a estas condiciones.
Mediante la intervención de múltiples sectores de la empresa, se diseñaron todas las herramientas necesarias para realizar el procedimiento, entre las que se encuentran la herramienta de corte, base de corte, herramienta de sujeción, pinza de agarre, el diseño de un canasto para colocar y extraer la pieza y el diseño de una herramienta de iluminación y visión para poder monitorear la maniobra.
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Para poder llevar a cabo la construcción de las herramientas, se trabajó en conjunto con proveedores nacionales. De esta manera, Nucleoeléctrica colaboró con todo su conocimiento al desarrollo de la industria nacional.
Con el objetivo de practicar las maniobras de corte y extracción y poder probar las herramientas y los métodos desarrollados, se diseñó, fabricó e instaló un modelo a escala real (mockup) del sector del reactor en el que se realiza la intervención.
Esta instalación fue fundamental para el entrenamiento del personal, lo que permitió realizar la tarea en los tiempos planificados. El tanque que se utilizó para representar el tanque del moderador es el mismo que se utilizó como mock up para probar las herramientas y ensayar las maniobras que permitieron la reparación histórica del reactor de Atucha I de 1988.