Después del desastre institucional ocurrido en la provincia de Buenos Aires con la desaparición y muerte de Facundo Castro, más la sedición y apriete de la Policía Bonaerense contra Axel Kicillof y Alberto Fernández, la continuidad de Sergio Berni en el Ministerio de Seguridad parecía en peligro hasta que el gobernador provincial alejó rumores con una foto. Quizá por eso, quizá por su pasado de carapintada o su sueño nunca cumplido de ser militar, el funcionario bonaerense arremetió contra los organismos de Derechos Humanos.
En este marco complejo de la política nacional y en una entrevista con la periodista Romina Manguel para A24, Berni intentó defender su debilitada posición al frente de las fuerzas de seguridad provinciales atacando al sector que tiene 30.000 desaparecidos durante la última dictadura y un número no menor de asesinados y desaparecidos en democracia.
"Cuando yo asumí le ofrecí Asuntos Internos (la oficina que controla a la Policía Bonaerense) al sector de los Derechos Humanos porque me parecía que estaba bien que un sector que no piensa como yo estuviera en la auditoría", apuntó Berni para luego, una vez más, derrapar: "Ninguno aceptó, ¿sabe por qué? Porque hay que trabajar".
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No conforme con eso, intentó sostener su teoría al afirmar que no aceptaron "porque el sueldo es cinco o seis veces menos de lo que cobran todos los que están trabajando en Derechos Humanos que cobran los sueldos más importantes del Estado, que viven viajando dando conferencias, pero que nunca aportan nada ni contribuyen a la cuestión".
Envalentonado, Berni continuó y disparó uno de los nombres que más lo incomodan: el del periodista Horacio Verbitsky. "Si usted que habla como el sector de Verbitsky, que hace un reproche a la conducta de la Policía Bonaerense... no se comprometen porque ese sector es puro bla bla (sic)", escupió.
Además, reforzó su provocación: "Cuando uno les dice que vengan a Asuntos Internos para que desarrollen toda su teoría... que escriben sobre la Bonaerense... para que lo puedan poner en práctica, ninguno aceptó. ¿Sabe por qué no aceptó? Porque cualquier persona que trabaja en organismos de Derechos Humanos cobra cinco, seis, siete veces más, viaja por todos lados, empiezan a trabajar al mediodía, se van a a las 3, 4 de la tarde, whisky de por medio. Ninguno está acostumbrado a estar a las 7 de la mañana en la oficina trabajando".
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