En su primer anuncio concreto de medidas sobre el tema, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió que el país atraviesa una "epidemia" de violencia armada y pidió prohibir la venta de "fusiles de asalto y los cargadores de alta capacidad" a particulares.
"La idea de que tantas personas están murieron cada día por la violencia armada en Estados Unidos es un defecto de nuestra personalidad como nación", sentenció Biden en un mensaje desde la Casa Blanca en el que advirtió que la situación actual es "una epidemia y una vergüenza internacional".
Acompañado por familiares y víctimas de tiroteos masivos en escuelas y lugares públicos, Biden hizo un llamado a imponer más controles en la venta y uso de armas, un tema siempre sensible en Estados Unidos.
Por su parte, "Biden llamó al Congreso en Washington a aprobar una ley que prohíba en todo el país la venta de fusiles de asalto y los cargadores de alta capacidad", según la agencia de noticias AFP.
En cuanto a su Gobierno, anunció que impondrá regulaciones más fuertes para la construcción de armas caseras e inyectará más fondos para las agencias e instituciones que se dedican a políticas de prevención de la violencia armada.
El año pasado, las armas de fuego dejaron más de 43.000 muertos en el país, suicidios incluidos, según el sitio web Gun Violence Archive. La organización registró 611 "tiroteos masivos", definidos como los que dejan al menos cuatro víctimas, en 2020, contra 417 el año previo.