Es hijo y defensor a ultranza de los gobiernos de Antonio Domingo Bussi en Tucumán. Además de reivindicar a la dictadura, Ricardo Bussi es el único referente de peso que tiene Fuerza Republicana, el partido con el que el genocida llegó a la gobernación tucumana a través de las urnas en plena democracia. Y Macri quiere incorporarlo a Cambiemos.
El dirigente tucumanno recibió en los últimos días varios llamados desde la Casa Rosada para sumarlo a las filas macristas, con la elección provincial de 2019 en la mira y la intención de arrebatarle el poder al PJ.
Bussi obtuvo 150 mil votos en las elecciones de diputados nacionales de 2017 y, envalentonado, se postulará como candidato a gobernador el año que viene, según la publicación política provincial Contexto.
Si bien hasta el momento Cambiemos y FR tuvieron cortocircuitos y hasta peleas fuerte en los últimos años, la posibilidad de que Juan Manzur siga manejando la provincia incomoda a la Casa Rosada, donde lo ven como un posible enemigo de peso más allá de 2019. Sacarle la gobernación sería una estocada certera en ese sentido.
Además, el monstruo de la ultraderecha que Cambiemos creó en la figura del diputado Alfredo Olmedo termina siendo molesta no solo por el lugar mediático que ocupa sino también porque puede cultivar votos propios para los próximos años. Anularlo con una figura igual de retrógrada no solo le sumaría votos de la derecha fanática a Macri sino que además podría voltear las aspiraciones delirantes del hombre de la campera amarilla.