La Cámara de Diputados continuará este jueves a las 12 el debate del proyecto de la Ley Ómnibus enviada por el Ejecutivo, luego de que anoche, mientras las fuerzas de seguridad se preparaban para una segunda ronda de represión a manifestantes, a las 21.30 se dispuso un cuarto intermedio en medio de acusaciones cruzadas entre los legisladores del oficialismo y Unión por la Patria (UP), que denunciaron desconocer los cambios del dictamen puesto a discusión.
En tanto, el oficialismo espera que el dictamen de mayoría aprobado en un plenario de comisiones de la Cámara baja se apruebe hoy en general y mañana en particular.
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Anoche, ante la falta de apoyo necesario para la iniciativa que establece la emergencia pública, una reforma del Estado y la privatización de empresas públicas, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, dijo que "en base a las conversaciones en Labor Parlamentaria se invita a pasar un cuarto intermedio", ante lo cual el presidente del bloque de UP, Germán Martínez, remarcó que la medida tenía que ser votada, y el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, presentó una moción de orden en ese sentido.
"El oficialismo pasó de querer aprobar la ley ómnibus en un día, a pedir un cuarto intermedio de 14 horas. El motivo es claro: siguen metiendo mano en el texto a votar porque no tienen la mayoría necesaria para aprobar las facultades delegadas y las privatizaciones", denunció Martínez, quien aseguró no disponer del texto definitivo que se está tratando.
En tanto, el liberal José Luis Espert aseguró que "todos los que dicen que no hay dictamen, mienten".
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"El dictamen está a disposición desde el viernes 26 y desde hoy -por ayer- está impreso en cada banca. Me parece bien el cuarto intermedio porque es una ley muy importante y a las 4 de la mañana, cuando sesionamos no hay nadie viéndola. Esta votación la tienen que ver todos", remarcó el legislador.
La sesión se reanudará este jueves al mediodía para agotar la lista de oradores y proceder a votar en general a la noche, para lo cual el oficialismo tenía garantizado ayer unos 140 votos que serán aportados por la Libertad Avanza (LLA), UCR, Hacemos Coalición Federal, PRO, Innovación Federal, Producción y Trabajo, Buenos Aires, Creo, Avanza la Libertad, y Unidad Mendocina.
Ayer, la sesión tuvo momentos de tensión cuando al mediodía se decidió expulsar de las gradas a Tomas Agote, quien se presenta como emprendedor en sus redes sociales.
Agote estaba presente en uno de los palcos del recinto, desde donde insultó a legisladores mientras hacían uso de la palabra, y denunciaban la presencia de militantes de Revolución Federal en el Congreso mientras se desarrollaba la sesión.
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Otro de los presentes fue Leo Sosa, de Revolución Federal, procesado en causas judiciales por el intento de asesinato a la ex presidenta Cristina Kirchner. Su presencia fue denunciada por la diputada Cecilia Moreau, ya que el libertario amenazó en redes sociales a funcionarios presentes allí.
El dictamen de mayoría que se discute redujo de 524 a 385 artículos tiene como como ejes centrales la declaración de emergencia pública en seis materias, una amplia reforma del Estado y la privatización total de 36 empresas públicas y otras tres en forma parcial.
El secretario parlamentario Tomas Figueroa leyó cada uno de los cambios al texto, vinculados al Régimen de Pesca, impuestos internos, seguridad, zonas frías y el artículo que derogaba la existencia del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS), así como el capítulo electoral, entre otras cuestiones.
Sin embargo persistían diferencias diferencias entre el oficialismo y los bloques dialoguistas, centrados en la propuesta del Gobierno para tener autorización para privatizar empresas públicas, sobre el capitulo de Seguridad, y el régimen de Biocombustibles, entre otros.
En las últimas horas, el oficialismo y bloques oficialistas aun discutían limitar las facultades delegadas ya que la UCR y Hacemos Coalición Federal quería eliminar la emergencia en materia energética y tarifaria, y reformar la redacción del capítulo de privatizaciones.
En definitiva, el oficialismo está cerca de la aprobación general del proyecto pero todavía hay varias disidencias y cuestionamientos en torno a la votación particular, sobre todo en torno a la privatización de empresas públicas y a las facultades delegadas.
Todavía deben hablar un centenar más de legisladores y se estima que el debate podría durar hasta el viernes.
