ECONOMÍA | cooperativas | economía | trabajo

Alimentos sanos y cooperativos para que la autogestión empuje la pospandemia

Organizaciones sociales y cooperativas ofrecieron productos de la economía autogestionada y popular para reclamar mayor apoyo estatal al sector cooperativo.

<p>Organizaciones sociales y cooperativas reclaman apoyo estatal</p>
Organizaciones sociales y cooperativas reclaman apoyo estatal

La feria cooperativa y agroecológica instalada el jueves último en la Plaza Congreso rompió la “nueva normalidad” de la desmovilización de los sectores populares. Con estricto cumplimiento de los protocolos y el distanciamiento, varias organizaciones sociales montaron los puestos en los que se ofrecieron productos de la economía autogestionada y popular (en su enorme mayoría alimentos) para reclamar mayor apoyo estatal al sector cooperativo.

“Vemos como acierto del gobierno la enorme transferencia de recursos a los sectores populares a través de la Tarjeta Alimentar y a través del IFE -dice Julia Cófreces, secretaria de la Federación de Cooperativas Autogestionadas de Buenos Aires (FEDECABA)- aunque vemos también que buena parte de esos recursos que baja el Estado terminan en las manos de los grandes conglomerados de la economía, y lo que queremos visibilizar es la importancia de que ese aporte estatal vuelva a los sectores populares de la mano del sector cooperativo que tiene productos de mejor calidad, a mejor precio y con mayor impacto en la sociedad”.

Además de Fedecaba, participaron los Almacenes del Buen Vivir, vinculados al MP La Dignidad, la Federación de Cooperativas Autogestionadas de la Carne y Afines (FECACyA) la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA) y el Grupo de Empresas Sociales y Trabajadores Autogestionados de la República Argetina (GESTARA).

Exactamente un año atrás, estas mismas organizaciones lanzaban en Ferro el Foro de la Economía Cooperativa, Autogestionada y Popular, un esfuerzo de unidad que buscaba incidir en la campaña electoral. El macrismo, que tan duramente castigó a toda la economía vinculada al mercado interno, había sido devastador para el sector cooperativo. La jornada de este jueves fue un relanzamiento de aquel Foro, esta vez con un programa que incluye el reclamo de una política de compras publicas y de obra publica que favorezca el trabajo autogestionado y la integración sectorial a través de redes y cadenas productivas.

“Las cooperativas no sabemos fugar plata ni comprar Lebacs, lo que sabemos hacer es generar empleo y producir alimentos, que son las dos cosas que nuestro pueblo mas necesita -dice José “Pepe” Gazpio, referente de los Almacenes del Buen Vivir- estamos acá en clave de protesta pero sobre todo en clave de propuesta: sostuvimos los puestos de trabajo durante el macrismo y ahora podemos hacer mucho más para el relanzamiento de la economía con políticas públicas que consideren al trabajo cooperativo como una herramienta productiva”.

Vine hasta aquí

Varias de las organizaciones integrantes de este Foro son hoy parte del gobierno de Alberto Fernández en distintos ministerios y la política pública hacia el sector tuvo, en los pocos meses de gestión, importantes avances como el traspaso del INAES (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social) desde el Ministerio de Desarrollo Social al Ministerio de Desarrollo Productivo, lo que evidencia un cambio de óptica: de pensar a las cooperativas como sujeto de la asistencia social a pensarlas como herramienta productiva.

Hubo también cambios dentro del propio INAES como la creación de la comisión de Empresas Recuperadas y, en ese marco, del Registro Nacional de Empresas Recuperadas, o la comisión de Cooperativas de Trabajo, y la iniciativa de las Mesas Territoriales del Asociativismo.

En lo que respecta al Ministerio de Desarrollo Social, hubo iniciativas para llevar los alimentos directamente del productor al consumidor a precios populares a través del fortalecimiento de ferias y mercados solidarios a nivel federal y de políticas públicas que mejoran las condiciones de comercialización de las cooperativas.

Sin embargo, y a pesar de esto, la situación pandémica complica el avance de varios proyectos: las cooperativas no entraron al programa ATP que recibieron las empresas privadas por no tener empleados en relación de dependencia; la línea 1 del PTA que lo reemplazó llegó tarde y con demora en la actualización de los montos recibidos por cada trabajador/a; el acceso a los créditos para pymes requirió de una línea especial con el Banco Nación que encuentra aún dificultades de acceso, entre otras dificultades derivadas de la parálisis que afecta a toda la economía.

Por una Nueva Ley de Cooperativas

La jornada también sirvió para poner sobre la mesa la necesidad de una Ley de Cooperativas de Trabajo, uno de los temas que quedaron pendientes cuando en 2015 la irrupción del macrismo interrumpió el proceso de consolidación de la economía popular. La Ley de Cooperativas que rige en nuestro país data de la época de la dictadura de Alejandro Lanusse y había sido sancionada en aquel momento para regularizar el trabajo de las cooperativas históricas de ahorro y de crédito y las de servicios de las localidades del interior a las que nunca llegaron las grandes empresas de telefonía o electricidad.

Pero las cooperativas de trabajo que surgieron con fuerza a partir del la crisis del 2001 como una experiencia autogestiva en el que los sectores desplazados de la economia se construyeron su propio trabajo no tuvieron nunca un marco regulatorio.

La enorme cantidad de federaciones y frentes en que está dividido el sector tienen, no obstante, una serie de acuerdos sobre lo que debería contener una nueva ley para las cooperativas de trabajo: asegurar los derechos laborales del trabajador autogestionado y garantizar su acceso a la seguridad social en igualdad de condiciones con el resto de la clase trabajadora; facilitar la constitución de empresas recuperadas por sus trabajadores o cerradas de hecho por sus patrones; fijar una normativa para el uso de las expropiaciones y crear un fondo de crédito y financiamiento para cooperativas de trabajo, empresas recuperadas y la economía popular para capitalización innovación y renovación productiva y científico tecnológica.

“Este debate tiene que conducirse en una mesa donde podamos discutir un poco las organizaciones aquello que ya veníamos discutiendo antes del 2015, que es como organizar hacia adentro la alianza con las universidades con la parte tecnológica, con el tema de la democracia en las cooperativas, poder tener proyectos de corto, mediano y largo plazo. Que cada organización nombre algunos compañeros que tengan la visión y armar una propuesta de Ley conjunta”, dice Hugo Cabrera, presidente de FEDECABA.



Dejá tu comentario