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Cómo es la vida sin oler post Covid-19

El olfato es un sentido que no se puede controlar. Porque los olores están siempre presente en el medio ambiente interno o externo, pero están invisibilizados.

El hombre se valió de este sentido desde que hay vida en la tierra, hace casi 4 millones de años es el sentido más primitivo. Cuando el hombre deja la posición cuádruple, comienza a estar está más erguido, la nariz se aleja del suelo, se amplía su horizonte y comienzan a adquirir mayor protagonismo otros sentidos como el de la vista y el de la audición. Qué pasa cuando se pierde producto de la pandemia de coronavirus Covid-19.

El olfato es un sentido que no se puede controlar. Porque los olores están siempre presente en el medio ambiente interno o externo, pero están invisibilizados. A diferencia de una imagen o de un sonido. Sólo se podría evitarlos tapando la nariz y la boca, pero esto podría ocurrir sólo por unos minutos.

Los olores producen una reacción que es fisiológica, e inmediata de: Placer o de desagrado y eso hará de que permanezcamos en el lugar o notemos cierto displacer y rechacemos permanecer en ese sitio. A lo largo de la evolución, los seres humanos aprendimos a relacionar los olores a sensaciones de atracción ( las flores, el ser amado, los perfumes) sensaciones de miedo e inseguridad (frente al humo) o sensaciones de rechazo (frente a basurales ) y los olores normalmente evocan recuerdos de lugares, de personas o de ciertas situaciones, despertando ciertas emociones.

Pero las personas que no huelen sienten olor a nada.

Las personas que no tienen olfato/sabor/gusto por el coronavirus covid-19 no sólo se encuentran en un mundo inodoro, sino que también algunas veces les resulta insípido porque el olfato da el 80% del sabor y en muchas oportunidades puede estar comprometido. Esta abolición genera consecuencias relacionadas con la gastronomía, se entorpece el deleite de un buen plato o de un buen vino, o puede producirse intoxicaciones o desnutrición si deja de comer. Falta el deleite. O ante la falta de sabor pueden sentir la necesidad de endulzar, o salar más las comidas (en caso que el sentido del gusto se encuentre normal), de esta manera, no les resulta tan desabrido el alimento, Pero se debe controlar en pacientes hipertensos o diabéticos.

En el mundo hay alrededor de 5 % personas que no huelen de acuerdo a datos de la OMS.

Estas personas al no tener olfato y/o gusto:

No saben si hay escape de gas Tampoco sí se está quemando algo Son incapaces de reconocer una comida en mal estado. No pueden realizar carreras laborables como: cata de vino / yerba / té No pueden trabajar en ciertas ocupaciones o profesiones por ej: en el campo de los perfumes

Y les da lo mismo estar en un ambiente confortable que estar en un basural. Por lo que es un sentido poderoso, complejo y necesario en la vida diaria. Oler aporta un conjunto de sensaciones – emociones – placeres y todo esto representa un estado de bienestar - Salud.

Las personas que tuvieron coronavirus Covid-19 y que presentaron el síntoma de anosmia/alteración de su sabor o del sentido del gusto son aproximadamente entre un 30 a 85 % aproximadamente.

La mayoría recuperan la capacidad de oler, de saborear o de degustar, en el transcurso de la enfermedad, algunos comienzan a oler de manera distorsionada, esto que resulta muy molesto se conoce con el nombre de DISOSMIA, pero es un indicador de buen pronóstico, porque luego progresivamente va recuperando el sentido, a otros les puede quedar la secuela y su recuperación del coronavirus covid-19 en algunos casos es muy lenta.

La misma necesitará de un tratamiento con neuroregeneradores (antioxidantes), complejos vitamínicos y en algunos casos se necesitará de una terapia especial.

Como el cerebro tiene neuroplasticidad (capacidad para aprender) se realizan ejercicios, usando olores conocidos y significativos para la persona, en especial aquellos que le evoquen recuerdos de personas, situaciones o lugares. El progreso dependerá siempre del estado cognitivo de la persona, y el aprendizaje irá ampliándose de acuerdo a la respuesta.

Esta situación aísla al paciente, lo deprime y /o le produce frustración (si perdió su posibilidad de oler) encontrándose frente a una discapacidad para autovalerse frente a su higiene personal, limpieza, relaciones íntimas e interpersonales. Necesitando hasta su recuperación de un tutor de alarmas que se activen ante la presencia de gas o humo.

Stella Maris Cuevas MN 81701.

ORL - Exp en Olfato

Ex Presidente de la Asociación de ORL de la Ciudad de Buenos Aires - AOCBA.



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