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Crítica de "The Flash" (o, en realidad, del regreso del Batman de Keaton)

Se estrenó la esperada película de Flash dirigida por el argentino Andy Muschietti. Los fans de Batman la disfrutarán como nadie.

Batman ganando la escena en The Flash
Batman ganando la escena en The Flash

Comencemos esta reseña de la película comiquera más esperada de 2023 diciendo que, con perdón de los Flashers (?), estamos mucho más ante el epílogo del Batman de Michael Keaton que de una película de Flash o de cualquier otra cosa.

Dicho esto, sabrán disculpar los lectores y las lectoras que las siguientes líneas puedan presentar algún tipo de spoiler, adelanto, dato no solicitado y demás cuestiones con las que se suele topar quien quiere ir al cine sin saber nada de lo que aparecerá en pantalla.

Vaya entonces una ALERTA SPOILER

La entrada en escena de Michael Keaton en el relato audiovisual que nos ocupa tiene para el cine de masas la importancia que reviste la vuelta del hijo pródigo al pueblo que lo vio nacer. Hace ya tres décadas y media la pantalla grande, con la mediación de Tim Burton, nos dio al mejor Batman de todos los tiempos y el recuerdo permanecía vivo, candente, trasladado de generación en generación.

El encuentro entre Darín y el director de Flash. Andy Muschietti

Y claro, el “I´m Batman” que dispara Keaton con algo de resignación icónicó-pop es el de quien está cansado del cliché pero disfrute el reprise. Y a bordo de una película de otro, lo que le da el sabor del bonus track teñido de easter egg mega anunciado pero no por eso menos sorprendente.

Hay algo en The Flash de placer por el placer mismo. Del regocijo con la cita, con la vertiente más fandom de la posmodernidad. Se acusa al film de Andy Muschietti de ser fan service (al servicio de los fans), quizá desde la perspectiva que el cine de superhéroes debe ser alguna otra cosa presuntamente superior.

¿Cine comiquero para los fans? Pues sí. And We like it, like it, yes, We do, cantaría Mick Jagger.

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Para poner en claro: hablamos de un subgénero del arte cinematográfico que trata sobre personas disfrazadas con superpoderes que salvan al planeta tierra de su extinción una y otra vez, viñeta tras viñeta, película tras película, munidos de humoradas ingeniosas y un container de CGI.

Y si se trata de CGI hay de todo en Flash, desde la magestuosa secuencia inicial en la que el personaje más rápido de DC sale al rescate de un grupo de bebés que caen en picada desde lo alto de un edificio, hasta el momento cúlmine en el que el multiverso flashero (?) se cruza en un sinfin de alto riesgo.

Pero, volviendo a Batman, Michael Keaton y el legado de las dos películas del encapotado de Gotham más querido por el público, es necesario remarcar lo inoxidable del Bruce Wayne que interpreta el hermano de Diane.

(SÍ, HAY MÁS SPOILERS)

Al tipo lo encontramos notoriamente desmejorado, habitando su mansión en medio de mugre, platos amontonados, abandono físico. El cruce con el mini combo de superhéroes que lo visita (el Flash de otro universo y Supergirl incluídos) empieza mal pero termina a puro éxtasis aventurero, para gracia del film de Muschietti y de la platea.

La batalla que Batman, Flash de un universo, Flash de otro universo y Supergirl encarnan contra las fuerzas del mal es ciclópea pero el multimillonario de máscara y los jóvenes heroicos tienen con qué, gadgets góticos incluídos.

Acá hay un director

No hay que pensar mucho ni investigar demasiado para dar con la certeza de que son pocos los realizadores que trabajan para las majors más poderosas del negocio del cine y logran colar algo de su firma, algo que los diferencia. Muschietti, casi un recién llegado al mercado de los tanques cinematográficos, consigue imprimirle sustancia a un trabajo condicionado desde el segundo cero, en el que debió lidiar no solo con la industria misma sino con las monigoteadas y berrinches de Ezra Miller, quien a causa de su comportamiento durante el rodaje hoy está con un pie afuera de una posible continuación de la saga multiversática.

La pericia de Muschietti, puesta de manifiesto en las dos partes de It (2017, 2019), aquí luce más grandilocuente pero igualmente efectiva. Y lo hace surfeando un CGI irregular pero a la vez certero en su exceso, al tiempo que con un planteo visual lleno de ideas y de un guion a cargo de Christina Hodson (Aves de presa) y Joby Harold (Obi-Wan) que cumple con la memorabilia cinéfila.

El todo, además, conjuga con acierto iconografías de décadas pasadas con los años del presente e incluso con algunos intentos fallidos de proyectos del subgénero (con el Superman interruptus de Nicolas Cage a la cabeza).

¿Por qué hay que ver The Flash y por qué hay que hacerlo en un cine? Por lo antedicho, por la experiencia visual y porque a las leyendas del cine se las disfruta in situ en una sala, con pantalla grande delante y proyector atrás.

The Flash EEUU, 2023. Dirección: Andy Muschietti. Guion: Christina Hodson, Joby Harold. Montaje: Jason Ballantine, Paul Machliss. Fotografía: Henry Braham. Música: Benjamin Wallfisch. Elenco: Ezra Miller, Michael Keaton, Sasha Calle, Ben Affleck, Michael Shannon, Ron Livingston, Jeremy Irons.



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