Se acabó lo que se daba: Joe Biden ordenó que todas las personas que lleguen a Estados Unidos (EEUU) deberán presentar un test negativo y hacer cuarentena estricta. Otros eran los tiempos en que Donald Trump levantaba la barrera para que las clases acomodadas de Latinoamérica disfrutaran de vacaciones y hasta "viajes sanitarios", como el de Yanina Latorre.
EL flamante presidente firmó una serie de decretos para enfrentar la pandemia, como el de crear centros de vacunación y requerir el uso de mascarillas en jurisdicciones federales.
Con respecto a los viajeros, la exigencia de una prueba negativa previa al abordaje del avión ya había sido ordenada por el gobierno de Trump, pero la cuarentena era optativa.
"No podíamos contar con que el gobierno federal actuara con la velocidad necesaria y vemos las consecuencias de esas fallas: tenemos el 4 por ciento de la población mundial pero el 25 por ciento de los casos confirmados y el 20 por ciento de las muertes", dio Biden.
"Los hospitales se están quedando sin camas, hay comercios que cerraron para siempre. La distribución de la vacuna ha sido terrible hasta ahora", condenó.
Biden advirtió que la situación "va a empeorar antes de mejorar", al punto que "la cifra de muertes probablemente llegue al medio millón el próximo mes".
Es por eso que la estrategia del nuevo presidente se compone de siete claves fundamentales:
-Recuperar la confianza del pueblo estadounidense;
-Montar una campaña de vacunación segura, efectiva y exhaustiva;
-Mitigar el avance de la pandemia a través de la expansión del uso de mascarillas, testeos, tratamientos, información, personal de trabajo y estándares de salud pública claros;
-Expansión inmediata de fondos de alivio de emergencia y ejercicio del Acta de Defensa de Producción;
-Garantizar la seguridad de la reapertura de escuelas, comercios y viajes;
-Proteger a aquellos grupos de riesgo; restaurar el liderazgo global de los Estados Unidos.
