Uno de los objetivos de la Educación Sexual Integral (ESI) es que niños, niñas y adolescentes cuenten con información para decidir y delinear su proyecto de vida. Saber cuándo se es víctima de un abuso, a dónde hay que recurrir para pedir auxilio y asistencia, cuáles son los métodos anticonceptivos y cómo se utilizan, son algunos de los contenidos de la materia que es ley nacional desde 2006.
En el barrio Alto Comedero de San Salvador de Jujuy, el 80% del estudiantado había pedido clases de ESI en una encuesta del Operativo Aprender 2017. El dato toma especial significación cuando un informe oficial revela que una secundaria de esa zona tiene 30 alumnas embarazadas, de entre 12 y 19 años, y que la mayoría de esas gestaciones son producto de violaciones intrafamiliares.
"Preguntamos a los directivos de todas las escuelas puntualmente por este tema. Muchos no quisieron responder, supongo porque se sintieron culpables de que esto pasara. Así que fuimos nosotros a hacer el relevamiento. Esta escuela tiene 30 chicas, y es el caso más alto, pero hay muchas estudiantes embarazadas en las escuelas", explicó al diario El Tribuno la responsable de ESI en el Ministerio de Educación de esa provincia, Patricia Morales, prima hermana del gobernador jujeño Gerardo Morales.
"En el Operativo Aprender, en la encuesta, el 80% de los estudiantes había pedido tener información. Y es lo que estamos tratando de hacer, de que llegue a todos y todas las alumnas de todos los niveles. Hay un gran apoyo político para que eso ocurra", aseguró la funcionaria.
Datos del Plan Nacional de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia indican cifras preocupantes: 300 adolescentes menores de 19 años se convierten en madres en la Argentina por día. Unas 109 mil adolescentes y 3 mil niñas menores de 15 años tienen un hijo cada año en la Argentina, lo cual representa el 15% de los nacimientos ocurridos en el país.
