Como una de las múltiples postales de la pobreza y la destrucción del consumo en el país, la carne no se queda afuera del panorama general y registró en el primer trimestre de 2019 el consumo más bajo de los últimos 50 años.
La situación, a galope del aumento del 185% en el Índice de Precios al Consumidor desde diciembre de 2015, llevó a que el consumo de carne vacuna fuera el más bajo de la historia en el país: 49,6 kilos al año por persona al año, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados.
Durante 2002, en plena debacle post devaluación asimétrica, el consumo llegó a los 58 kilos por persona. Un año antes, el promedio era de entre 62 y 64 kilos. En tanto, en 1990 el consumo alcanzaba el récord de 78,2 kilos.
La causa de la crisis de consumo de carne es categórica: entre diciembre de 2015 y marzo de 2019, los precios de la carne vacuna aumentaron un 134,1%, la de pollo el 154,6% y los cortes de cerdo el 126,8%.
Asimismo, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) remarcó que en marzo el precio de la carne vacuna aumentó en promedio el 6,4% respecto de febrero, pero en el comparativo interanual (marzo de 2018) la suba llega hasta 71,2%.
Por su parte, la carne de pollo a marzo de este año mostró un crecimiento anual del 89,4% y la de cerdo del 46,3%.