El festival Gaia llegará todos los años para proteger el ambiente

La ciudad de Neuquén y la Patagonia ya tienen su primer festival ecosustentable: Gaia, un encuentro que llama a la reflexión y hace foco en lo educativo, en lo cultural, en nuestro día a día. La promesa está hecha: Gaia volverá cada año porque la intención es que quede instalado en el calendario de actividades.

Durante dos días y en la plaza central de la ciudad, la comunidad se reunió con la propuesta de trabajar la conciencia sobre el cuidado del ambiente y el respeto a la naturaleza. "Nos propusimos hacer un evento para toda la familia en el cual podamos repensarnos en cultura ambiental. Es la forma en la que, como seres humanos, nos relacionamos con el medio ambiente. Y qué tan amables somos con él", contó desde la organización Ana Bonet. 

En diálogo con Infonews, Bonet subrayó que "para comprender esto empezamos por hacer un estudio de los valores y esto nos lleva a pensar en nuestras actitudes y, finalmente, en el comportamiento ambiental que tenemos. Empezamos a pensar cómo se expresa la cultura a través de formas de organización, de convivencia social, de intereses, de la manera desde una cuestión básica de cómo consumimos y preparamos nuestros alimentos, de cómo nos vestimos, de cómo nos divertimos, de cómo utilizamos el tiempo al aire libre. En la forma en que nos relacionamos entre personas, a través de hábitos, costumbres, comportamientos, preferencias. En definitiva: de cómo organizamos nuestra vida".

El sábado y domingo pasado hubo charlas, conversatorios, talleres y espectáculos en un gran predio que estaba organizado en tres sectores. Algunas de las propuestas estuvo a cargo de Marcelo Corti, del Centro Geo de la Universidad de Buenos Aires, quien brindó información sobre desarrollo sustentable, el desarrollo visto como oportunidad para enfrentar las problemáticas ambientales a nivel global. 

También dijo presente la comunidad B Patagonia para presentar qué son las empresas con propósito, qué es el triple impacto, qué rol jugamos como consumidores. Moda circular con Agustina Nicola o construcción natural con la organización ancestral La Minga, con Karen Jaramillo, también estuvieron en la grilla de este festival diferente. 

Las infancias contaron con un sector especial dedicado al "ecoarte", la percusión con materiales reciclados y algunos shows musicales. La comida no estuvo fuera de sintonía, tampoco, porque los típicos food trucks que encontramos en cualquier evento masivo como éste fueron, en realidad, una propuesta de alimentación sin crueldad animal. 

La música fue, desde ya, uno de los atractivos principales: además de las propuestas artísticas locales, el sábado cerraron la jornada los Eruca y el domingo ese lugar lo tuvo Dante Spinetta.

"El balance del festival es sumamente positivo", celebró Bonet, quien sostuvo que todo comenzó como una idea pero "fuimos creciendo en tamaño y fuimos sumando amigos a esto, sponsors, empresas y gobierno, como la Municipalidad de Neuquén que nos apoyó fuertemente, la Legislatura, el gobierno provincial. Eso permitió no solamente hacer un festival de gran nivel y una gran apuesta respecto de los contenidos sino también para proyectarnos para que sea un festival que esté instalado en el calendario anual de la ciudad de Neuquén".