El 30 de abril de 2020 Facundo Castro Astudillo viajó de Pedro Luro a Bahía Blanca para intentar recomponer su relación con su ex novia. Pero nunca llegó. Algunas de sus pertenencias aparecieron en móviles policiales y en septiembre, después de más de 100 días desaparecido, se halló su cuerpo en Villarino Viejo.
Su madre Cristina Castro en una entrevista con Revista Cítrica, repasó el año de dolor y de persecución. "Yo vivo día a día el dolor de su ausencia, peleo contra un sistema corrupto que cambia informes, que guía testigos, cuando la verdad está a la vista", denuncia.
Tiene mucha bronca Cristina. Bronca con la policía bonaerense, con el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires Sergio Berni, con los medios de comunicación de Bahía Blanca que reproducían información falsa y con la Justicia que encubrió el accionar policial.
"Yo no sabía de la maldad de la Policía hasta que pasó lo de Facu -le dice a Cítrica del otro lado de teléfono, desde su casa de Pedro Luro, en el partido bonaerense de Villarino-. El pueblo no les tiene miedo, no sé si alguna vez lo tuvo. En realidad, le tenían respeto como lo tenía yo, pero después de la desaparición de Facu, la Policía perdió el respeto de la gente. Están enojados, quieren que se vayan todos y vamos tras eso, que se vayan todos, que no quede ninguno", declaró la madre de Facundo.
También denuncia que la persecución policial siguió hacia quienes han reclamado Justicia por Facundo: "Nosotros acá, cada vez que hemos hecho algo, los amigos de Facu han sido los más afectados. Les han caído del Municipio con multas descabelladas de 220 mil pesos por hacer unas pintadas pidiendo justicia por su amigo. Estamos tratando de volcar toda la tristeza y el dolor en hacer algo para recordar a Facu".
No solo los amigos de Facundo sufren el hostigamiento. También hay un testigo de identidad reservada que denunció amenazas: "No me dejan acercarme a los testigos. Me lo han prohibido los fiscales, no he podido llegar hasta él y hablar personalmente, pero sí intercambiamos un Zoom con la gente de Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas, que es la que está trabajando con ellos. Los testigos estaban muy asustados por estas amenazas que venían teniendo, como las veníamos teniendo nosotros. Cuando salimos de Pedro Luro a hacer cualquier cosa, aunque sea dentro de Villarino o en Bahía Blanca, a los minutos estamos rodeados de patrulleros nos siguen para todos lados, nos vigilan constantemente, pero no aflojamos", contó Cristina en Revista Cítrica.
En cuanto al comportamiento de los ministerios de Seguridad, Cristina Castro marca una gran diferencia entre el provincial con el nacional. "Con Sergio Berni no hemos tenido contacto ni queremos tenerlo. De él lo único que hemos tenido siempre fueron amenazas. No queremos saber absolutamente nada. Es como yo digo siempre: él es esa veta de la dictadura que no se cerró. Con Sabina Frederic hablamos el día que desapareció el testigo protegido. Es muy amable, yo le envío un mensajito y ella automáticamente me llama. El resto de los funcionarios nunca nada".
"Espero llegar a la justicia, saber la verdad sobre lo que hicieron con mi hijo. Hay testigos que se han presentado a declarar por su cuenta, no los ha buscado nadie, y hay un testigo que involucra al presidente del Concejo Deliberante y al intendente de Villarino. Son acusaciones gravísimas que han dicho estas personas. Para el día de hoy, habíamos solicitado hacer un evento, pero desde el Municipio nunca nos contestaron, nos ignoraron completamente", concluyó Cristina Castro a un año de la desaparición y posterior muerte de su hijo Facundo Castro Astudillo. Aún espera saber qué pasó con su hijo. Espera saber qué le hizo la policía.
