OÍR MORTALES | fito páez

Fito colmó de pop y rock un Luna Park rendido a sus pies

El rosarino presentó La ciudad liberada en un combo de hits inoxidables y una puesta musical compacta. Fabi Cantilo, invidada de honor.

El Luna Park estaba ya repleto cuando a las 21.15 del sábado se apagaron las luces y la banda salió al escenario a detonar los parlantes con el riff de Ciudad de pobres corazones, la canción que suena en los conciertos de Fito Páez de forma ininterrumpida desde que la estrenó hace 31 años. Pero no sonó la canción completa sino solo su intro, en versión extendida y demoledora, para darle paso luego a un recital que desplegó lo mejor del último disco del rosarino, La ciudad liberada, y una catarata de sus hits eternos.

Con una banda ajustadísima, don Rodolfo desgranó su cancionero más popular, ese que va de El amor después del amor a Rey sol (Thelma y Louise, Brillante sobre el mic, Circo beat, El diablo en tu corazón) con algunas perlas intercaladas de sus años de gloria (11 y 6,Y dale alegría a mi corazón) que tuvo su címax hacia el final del show, cuando rememoró lo hecho alguna vez en teatros y se animó a cantar a capella Yo vengo a ofrecer mi corazón ante el silencio total de la platea que rompió en una emocionada ovación cuando redondeó esa frase final que está entre lo mejor de la poética del rock argentino. 

Fabi Cantilo (foto: Edu romero - DOAm?sica.com)
Fabi Cantilo (foto: Edu romero - DOAm?sica.com)

El punto clave en el éxito de estos dos conciertos es que sus canciones más recientes parecen conectar con lo mejor de su discografía. Sonaron el sábado tracks como Islamabad (con coreografía cabaret/musulmana), la efectiva Tu vida mi vida (con imágenes del clip coprotagonizado por su novia), Wo wo wo (dedicada a Fabi Cantilo, quien ofició de segunda voz toda la noche junto a Julieta Rada) y la freak La mujer torso y el hombre de la cola de ameba, entre otras.

Podría decirse que el puñado de novedades está a la altura de algunas de sus mejores obras y eso es algo que hacía algunos años que no sucedía. Vale subrayar con respecto a esto el instrumental 5778 (que cierra La ciudad liberada), breve oda al rock sinfónico con referencia final al gurú omnipresente del rock argentino: Charly García.

(foto: Edu romero - DOAm?sica.com)
(foto: Edu romero - DOAm?sica.com)

En ese marco de canciones inoxidables, Páez no solo trazó un potente greatest hits sino que además le dio su merecido diploma de clásico absoluto a la ya mencionada Ciudad de pobres corazones, que además de su aparición a modo de intro tuvo más tarde una versión incendiaria entre guitarras (notable la reciente incorporación de Juani Agüero), teclados al mango (Juan Absatz) y la base galopante Diego Olivero en bajo y Gastón Baremberg en batería. ¿Segunda mejor versión en vivo después de la legendaria con Charly y Cerati de invitados? Quizá. ¿Estamos ante un Páez que se reencontró con su mejor versión? Muy probablemente.

El momento fuera de programa para el público fue el invitado sorpresa de la noche, Coki Debernardi, talentoso coterráneo del anfitrión que tuvo la banda para él solo y pudo presentar una de sus canciones. Luego fue la voz líder de Polaroid de locura ordinaria.

En tanto, el bonus track ocurrió en el tiempo antes de los bises, cuando platea y pullman se unieron en interpretar el hit del verano: MMLPQT. 

Y dale alegría a mi corazón - Fito Páez



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