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La estafa de las galletitas Oreo

Las empresas de alimentos Nestlé y Mondel?z engañaron a la población al vender productos al doble de su valor.

<p>Galletitas Oreo</p>
Galletitas Oreo

Las galletitas Oreo son la perdición de niños, niñas y también de personas adultas. Sin embargo, son una trampa tanto nutricional como económica. La estafa quedó al descubierto a partir de que la Secretaría de Comercio Interior de la Nación dispuso la creación del Sistema de Fiscalización de Rótulos y Etiquetas (SIFIRE) para prevenir los engaños en rótulos o etiquetas, y garantizar la transparencia de los bienes y alimentos disponibles en las góndolas.

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Uno de los primeros descubrimientos del SIFIRE fue la práctica que la empresa multinacional estadounidense procesadora de alimentos, Mondelez, realiza sistemáticamente con los paquetes de las galletitas Pepitos y Oreo: venden paquetes con tan solo un gramo más que su versión original y los cobran el doble de precio.

Se trata de dos presentaciones idénticas en cuanto a su envoltorio, color, diseño y frases, pero con un gramo de diferencia (117 gr y 118 gr) entre ambas. No obstante, la variación de precio es de más del 50%.

A pesar de que al comerla creemos que la galleta está compuesta por chocolate y crema, la realidad es que sus componentes son principalmente químicos y trabajadores de la empresa en Estados Unidos la han denunciado debido a que la manipulación de diacetileno les provocó problemas respiratorios como cáncer pulmonar y enfisema. En el componente nutricional de sus paquetes figuran sal y azúcar en altas cantidades además del Jarabe de glucosa y fructosa, carbonatos de amonio, lecitina de soja y grasa de palma, entre otros ingredientes que no alimentan pero sí dañan nuestros cuerpos.

Un paquete de Oreo tiene 117 gramos, otro paquete 118 gramos. El segundo sale el doble que el primero

En el libro Mala Leche de Soledad Barruti, la médica y neurocientífica Jimena Ricatti explica "el truco" de las Oreo: "Son el resultado del estudio de nuestros cinco sentidos. Más que generar placer, lo que buscan es disparar una excitación irrefrenable. Y ahí hay una gran diferencia: la industria defiende sus preparaciones diciendo que son productos placenteros, sin embargo, son productos que van más allá del placer, que tienen una intensidad tal que pueden provocar adicción. Hay libros que describen cómo fueron pensadas: la suma de grasa y azúcar, el contraste entre las capas negras más saladas y el relleno blanco extremadamente dulce, la crocantez exterior y el interior más húmedo y blando... se llama contraste dinámico: un lindo sacudón a la mente que se puede completar combinando las galletas con un vaso de leche. La leche limpia el paladar y entonces podés comer más. Un trago de leche, una mordida de Oreo y así hasta terminar el paquete. Es perfecto".

El SIFIRE además de desenmascarar las estafas de las galletitas de Mondelez también descubrió que la empresa Nestlé ofrece dos productos de Nescafé Dolca Torrado que tienen igual tamaño, contenido y variedad, además de idéntica información nutricional, sugerencias de preparación, ingredientes, contenido neto, e incluso recomendaciones para la reutilización del frasco de vidrio. Pero uno vale 40% más que el otro. ¿La diferencia? La "ecológica" o mejor dicho el "green washing". Uno de los envases contiene la leyenda: "Estamos re-creando nuestro envase, dale nueva vida al frasco", en color verde. Nestlé no busca cuidar el planeta, sino cobrar más caro un producto por ponerle un color verde.

Además la empresa Agropecuaria Paso Viejo fue imputada por la comercialización del producto Viejo Olivar que se presenta como "Aceite de Oliva Extra Virgen", cuando en realidad en la letra chica de los ingredientes indica que contiene aceite de girasol y de oliva. Asimismo, en la denominación del producto figura la descripción "Aceite comestible mezcla". O sea te dicen que te venden aceite de oliva pero te venden aceite de mezcla.

Las multas para cada una de las empresas, que realizan estas maniobras para estafar consumidores, puede ascender a un máximo de $550.000.000 de pesos. ¿Se animará el Gobierno a ejecutarlas? ¿La Justicia lo permitirá o caerá ante el lobby empresarial?



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