El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, no solo vallidó la flagrante violación a los derechos humanos de la menor de 12 años que fuue abusada y luego obligada a parir al hijo de su violador, sino que además anunció (violando todos los protocolos de adopción legal) que "una familia importante de Jujuy" está interesada en adoptar al bebé que fue extraído tras seis meses de gestación.
El mandatario habló sobre el caso que tomó estado público días atrás y no tuvo mejor idea que disparar a quienes llamó "militantes verdes".
"Quieren que mate al bebé que nació. Yo no lo voy a hacer", sostuvo sin ningún pudor el gobernador que eligió no decir nada del abusador de 58 años ni de lo que debió atravesar la nena que fue sometida a una cesárea forzosa.
"Se garantizó el derecho de la niña a interrumpir el embarazo", dijo también cambiando verdad (que la niña no quería tener ese hijo y que su familia la apoyaba) por un cinismo ramplón y feudal.
"Lamento que lleguemos a este estado público (sic). Hubo medidas cautelares y el protocolo dice que no hay que ir a la Justicia. La Gobernación no tomará ninguna decisión contra el bebé recién nacido", aclaró Morales en diálogo con Radio Mitre.
Además, niveló a los grupos que luchan por los derechos de las mujeres con quienes marcharon al hospital donde se encontraba internada la menor para acusarla de "asesina" por no querer parir al bebé de su violador.
