
Avanzado ya el recuento de votos en Gran Bretaña, los análisis de los resultados parciales dan cuenta de una mala elección para el oficialismo conservador.
La fuerza que lidera la primera ministra Theresa May no alcanzaría la mayoría absoluta de 326 escaños y, además retrocede respecto de los resultados de 2015, mientras que los laboristas ganarían poder en el Parlamento al sumar unas 30 nuevas bancas.
Thank you to our incredible supporters for backing me every step of this campaign – tomorrow let’s secure that brighter future for Britain. pic.twitter.com/g1FiI4E3YA
"¡Hemos vuelto, hemos vuelto!", fueron las palabras del líder laborista Jeremy Corbyn, en el bunker de su fuerza, donde espera los resultados definitivos.
Corbyn levantó la apuesta y, refiriéndose a la primera ministra, afirmó: "Ella convocó estas elecciones anticipadas para tener más apoyo, más fuerza, más mandato, más estabilidad y más confianza. Lo que tenemos como resultado es que tiene menos fuerza, menos mandato y menos confianza. Lo sucedido es suficiente para pedir que se vaya".
We've left no place and no stone unturned, to get the message out: that this country could be very different with a @UKLabour government. pic.twitter.com/IAFEUkMbrJ
Esa misma conclusión expusieron diversos analistas: May convocó a elecciones anticipadas para fortalecer su posición, pero todo parace indicar que ocurre exactamente lo contrario.
Si se concreta este resultado inesperado, se abren serios interrogantes sobre el futuro inmediato y, en particular, sobre el inminente comienzo de la negociación de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea.