Vestigios de Guernica: vecinxs continúan sin casa, hacinadxs y en situación de calle

Difícil olvidar Guernica. El fuego en las casillas, niñxs que corrían desesperadxs, la Policía que arrasaba casillas y reprimía con gases lacrimógenos y balas de goma. Al final, una gestión política que, al no encontrar una solución habitacional para 1400 familias, borró mediante la fuerza todo lo construído, en una madrugada.

El 20 de julio se cumplen dos años de aquella toma en el partido de Presidente Perón, donde cientos de familias en situación de vulnerabilidad se instalaron en terrenos vacíos y privatizados, en búsqueda de viviendas dignas, pero tres meses después sufrieron un violento desalojo que los dejó sin nada. Casi dos años después, más allá de las promesas, reuniones, papeles e insistencia, la situación sigue igual o peor: algunxs continúan en situación de calle, otrxs se encuentran en casas o monoambientes donde conviven hacinadxs, y otrxs pagan alquileres informales a valores desorbitantes.

Esta semana, el Gobierno bonaerense anunció la construcción de 160 viviendas en esos terrenos pero lxs vecinxs que habían formado parte de la toma no recibieron ninguna notificación.

Sabrina, vecina de la recuperación de tierras de Guernica y militante del FOL, cuenta que la situación “es peor incluso que hace dos años cuando se efectuó la recuperación de tierras de Guernica, porque tenemos una inflación tremenda, los alquileres formales se fueron a las nubes y, por ende, los alquileres informales, que son casi el 80% de los alquileres que tenemos muchas familias, también se encarecieron. Después, estamos los que alquilamos, que me incluyo, y los que viven en la casa de un familiar, amigo, pariente y así, sigue la situación de hacinamiento, la situación de precariedad, la situación de no tener una vivienda digna, de vivir 10 o 5 personas en un monoambiente. Entonces, cada uno sobrevive como puede”.

Situación habitacional, dos años después

Tras el desalojo, desde el Gobierno bonaerense gestionaron un subsidio habitacional direccionado a responder a la emergencia en los sectores más vulnerables, en este caso, dirigido a lxs vecinxs de la toma en Guernica. 

Sobre eso, Sabrina repasa: “Hará más de seis meses hubo un subsidio habitacional que estaba sujeto a cuestiones que tenían que ver con la pandemia. Ese subsidio, que había sido de 30 mil pesos por única vez, fue entregado a algunas familias y a otras no. Respecto a nosotros, quedaron algunas familias sin cobrarlo. Y el año pasado, para el mes de octubre, el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, que conduce Andrés Larroque, lanzó un nuevo subsidio con rendición de 30 mil pesos por tres meses. Eso lo lanzó el año pasado y estamos en junio y todavía no lo hemos cobrado. Según ellos, este mes se va a empezar a cobrar".

En ese sentido, explica que "la novedad de ese subsidio es que tenés que hacer una rendición de esa plata al Estado. Te dicen que podes gastarlo en tal o cual cosa, y me da gracia que digan que se puede gastar en alquileres o materiales de construcción, pero el 80% de las familias está en un alquiler informal, por ende no tienen ningún ticket fiscal o una factura que  acredite el pago del alquiler. En segundo lugar, sobre los materiales de la construcción, la pregunta es:¿dónde queres que construya si no tengo terreno? y bueno, también podes gastar en alimentos. Pasa que hoy en día, 30 mil pesos no son nada, la inflación se lo comió totalmente”.

Siete años de la primera Ni Una Menos: el balance de la lucha feminista

Por su parte, Yamila, también referente de la toma e integrante de la asamblea que se conformó en ese contexto, refuerza el relato de Sabrina: “La situación de las familias desalojadas no ha cambiado nada, y de hecho, en muchos casos empeoró, primero porque la situación laboral de muchos se ha precarizado de manera abismal los últimos dos años a raíz de la pandemia, y a muchos nos ha costado conseguir un trabajo que nos dé medianamente un ingreso para alquilar. A modo de ejemplo, actualmente algunos están viviendo en situación de calle y otros de manera hacinada, en mi caso estoy viviendo de manera hacinada con otras 7 familias, en la casa de mis padres, y otras familias que han quedado en la calle. Actualmente mi situación es de hacinamiento, no he podido volver a alquilar por todos los requisitos que te piden y también por la situación de aumento abismal de los alquileres, que al no tener ingresos comúnmente llamados en blanco, no te reciben y además el alto costo”.

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“En muchos casos el hacinamiento es parte de nuestra vida cotidiana, parte de nuestra situación”, remarca. 

En ese sentido, también explican que la ayuda que reciben es limitada e, incluso, para las mujeres en situación de violencia de género no existe una política integral de acompañamiento: “Una vez cada tanto nos dan mercadería, y es cada 3 meses, cada 6 meses, qué se yo, y la ayuda para víctimas de violencia de género es un programa social, un Potenciar Trabajo, no hay ninguna política que acompañe a las compañeras mujeres, sin casa, que sufren violencia de género”, añade Sabrina.

Sobre la construcción anunciada de 160 viviendas 

Según el relato de quienes estuvieron en la toma y padecieron la represión en octubre de 2020, la noticia anunciada por el Gobierno de Axel Kicillof les llegó el mismo día pero, al menos hasta ahora, sin ser parte. 

“Cuando nos enteramos que estaban anunciando esas 160 viviendas nos pusimos bastante mal porque somos 177 familias, todos censados, todos con acta de preadjudicación de lote, y no hay certezas de nada, entonces nosotros le decimos al gobierno que queremos una garantía y una certeza. No hay nada de eso. Todo es un manoseo. Ya van a hacer dos años de la toma y nosotros no tenemos ninguna respuesta en concreto. Pueden anunciar todo lo que quieran pero no les creemos nada, al menos hasta que haya algo que los certifique”, cuestiona Sabrina, cansada, porque estuvo ahí, en el día a día de la lucha para alcanzar un espacio de vivienda digna.

Luchar por el territorio

“Nosotros fuimos censados, no es que nos estamos metiendo, nosotros estuvimos bancando la toma, organizándonos, luchando por un lugar dónde vivir, esta gente es promesas y promesas, y todo el anuncio fue para la foto, y después nos vienen diciendo que Blanca Cantero (intendenta de Presidente Perón) no nos quiere, y que por eso no vamos a entrar en las viviendas. ¿Qué tiene que ver mi orientación político-ideológica o que esté con tal organización o que forme una cooperativa con tal organización? Soy una persona que necesita un lugar para vivir”, enfatizó.

Según suma Yamila, que ha estado presente en cada negociación con el Ministerio que conduce Larroque, se habían alcanzado acuerdos con actas de preadjudicación de terrenos, a través de los cuales el Gobierno bonaerense se comprometía a entregar lotes más servicios a las familias desalojadas de Guernica. El problema es que esos papeles vencieron y lxs vecinxs continúan sin casa.

“Hace casi dos años que venimos en negociación tras negociación con el Ministerio, tanto en el territorio como en pos desalojo, donde ellos se comprometen a lo largo del proceso a solucionar nuestra situación habitacional. Habíamos llegado a acuerdos con esas actas de preadjudicación donde se comprometían a entregar lotes más servicios a las familias que habíamos sido desalojadas, pero esas actas se han vencido hace más de un año y medio, porque duraban seis meses, y en agosto del año pasado, tanto el gobierno provincial como el nacional y municipal, hicieron ese acto de hacer cumplir la ley 14.449, que era donde El Bellaco SA entrega parte de esas tierras, de las cuales fuimos desalojadas, y hacen valer esa ley para fines sociales que, en teoría, sería para las familias damnificadas”, explica Yamila.

En esa línea, añade: “En la actualidad no ha habido movimiento, vivo cerca del predio y no vi movimiento en los últimos meses de maquinarias ni de apertura de calles, entonces ahí, a pesar de las reuniones y de la predisposición que hemos tenido los vecinos, hemos movilizado varias veces hacia el Ministerio, porque sabemos que no hay movimientos, porque sabemos que a nivel local, la intendenta no tiene intención de entregarlo a las familias damnificadas, o al menos a las que nos organizamos en asamblea, que en número seríamos más o menos entre 400 y 500 familias, entonces, luego de ese acto en agosto de 2021, que presidió Kicillof y Larroque, no nos han contestado el teléfono por varios meses”.

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De acuerdo a lo informado en las reuniones entre vecinxs, asambleístas y el gobierno bonaerense, hay 850 lotes o subdivisiones planificadas para ese predio, y hay alrededor de 1400 familias. Es decir, hay espacio para la construcción que implicaría una solución real y viable para cientos de personas sin hogar o en situación de hacinamiento, pero lxs vecinxs denuncian que “no hay garantías” de que puedan vivir en esos lotes.

“La semana pasada tuvimos una reunión donde nos exponen que las familias que habíamos sido desalojadas, no nos daban garantías de que ingresemos a esos lotes y que estaban pensando en una nueva compra, donde nosotros les exponemos que hemos trabajado conjuntamente con ellos, dándoles un orden de urgencia con situaciones de violencia de género, de discapacidad, tercera edad, entre otras situaciones, Eso lo hemos trabajado hace más de un año, y actualmente lo que nos dicen es que quien tiene la última palabra es la intendenta Cantero, que dicho sea de paso no nos ha recibido en estos últimos dos años ni antes ni post desalojo para trabajar de manera conjunta, entendiendo toda la situación que se nos ha presentado. Yo siento que es una situación de castigo constante”, cuestiona Yamila.

“Actualmente no tenemos garantías ni respuestas de que esas 160 viviendas ni esos 850 lotes sean para las familias damnificadas de Guernica, que actualmente son más de 1400 y ese sería el estado de situación”, cerró.