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El lobby de la Iglesia y el diario La Nación contra el aborto legal

La corporación religiosa y su principal medio de difusión presionan a legisladores y al Gobierno en su carrera por frenar al proyecto que será tratado el martes 29.

En los últimos días sonó extraño pero claro en su mensaje, el rumor de que los obispos de la Argentina no saludarán al presidente Alberto Fernández con motivo de la navidad. El hecho, a confirmar recién dentro de unos días, puede resultar irrisorio en términos reales pero es contundente en términos políticos. Es una triste obviedad que la Iglesia Católica se opone de forma monolítica a la posibilidad de que el Congreso sancione la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La molestia que provoca en la casta religiosa que el empoderamiento de la mujer es histórica y la sanción el próximo 29 de diciembre generaría un fuerte golpe en el lobby religioso.

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Por ello es que en los últimos días recrudeció la campaña del catolicismo argentino a través de sus más poderosos representantes: la Iglesia y su versión en papel, ejecutada a través del diario La Nación.

El "no-saludo" de los obispos podría continuar el 26 de diciembre, cuando los religiosos visiten la Basílica de Luján y allí se expresen contra la iniciativa que será tratada en el Senado tres días después. Y la Cámara Alta es sensible a la presión católica, en gran parte por el carácter conservador de los legisladores nacionales, en especial de algunos distritos del interior del país, donde en los hechos la Iglesia forma parte del poder central.

La nota sobre el acto que llevará adelante la iglesia el 26 fue difundida por el diario La Nación, que en las últimas semanas profundizó su posición editorial contra el aborto legal a través de columnas y noticias de neto corte antiderechos, fiel al espíritu de la publicación de la familia Mitre.

Pero el acto del 26 no quedará ahí, ya que el 29 se realizará la fiesta de la "Sagrada Familia". A su vez, "invitaron" (siempre a través de La Nación) a un ayuno el lunes 28 en señal de protesta ante el tratamiento del proyecto.

Asimismo, La Nación informa que "como también se acordó en la reunión, el presidente del Episcopado le envió una carta al papa Francisco para saludarlo por el aniversario de su ordenación sacerdotal y expresarle el agradecimiento de la Iglesia argentina por su ’magisterio, palabras y gestos en defensa de la vida humana no nacida’, expresión esotérica que forma parte del imaginario religioso y hasta es repetido hasta el hartazgo por los legisladores del pañuelo celeste.

"En los momentos que vivimos como pueblo le agradecemos su constante magisterio, manifestado con claridad en su encíclica Fratelli tutti, en donde plantea los temas que comprometerán seriamente nuestra predicación en el próximo tiempo y, y también sus palabras y gestos sobre la defensa de la vida humana no nacida", dijeron también los obispos en la misiva, firmada por el titular general del Episcopado, Carlos Malfa.

Por si fuera poco el anuncio de las protestas clericales, La Nación publicó este miércoles un claro ejercicio de lobby periodístico (también conocido como operación de prensa) en el que el periodista Gustavo Ybarra asegura que el país se encuentra en medio de "frenéticos rumores sobre cambios de posición de senadores que podrían modificar el destino de la iniciativa" sobre aborto legal.

Según la publicación, se trataría de seis senadores y senadoras nacionales de Juntos por el Cambio. La presión hacia los legisladores de parte del diario es clara, aunque queda a mitad de camino por el hecho de que publica seis fotos pero solo menciona uno de los senadores que serían parte del posible cambio de posición: el Catamarca Oscar Castillo. Sin embargo, desde el entorno del senador radical salieron al cruce de la operación y negaron que Castillo fuera a cambiar de posición.

La negativa desnudó la opereta, o al menos la intención de la misma. Solo resta saber si de acá a dos semanas, cuando los representantes del pueblo tengan que enfrentar el tratamiento del proyecto van a apelar a su honestidad intelectual o de lo contrario cederán ante el lobby religioso.



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