"Bailaron como si hubieran separado la Iglesia del Estado", canta el músico pop argentino Nahuel Briones en su último disco y Rosario dio en las últimas horas un paso central para lograr que ese baile se haga realidad.
La Legislatura de la ciudad santafesina aprobó una norma mediante la cual se retirarán todos los símbolos religiosos de escuelas y hospitales públicos.
Según el texto de la ley aprobada, se busca "garantizar el efectivo cumplimiento de los principios de libertad religiosa y de conciencia", además de "certificar el carácter laico" de la Ciudad de Litto Nebbia, Alberto Olmedo, Fito Páez y el "Negro" Fontanarrosa.
El encargado de sacar esas imágenes es el gobierno provincial, que deberá dejar rastro cero de crucifijos, vírgenes, cuadros, estampitas o cualquier otro símbolo religioso en colegios y hospitales comunales o provinciales ubicados en Rosario.
La autora del proyecto, Celeste Lepratti (del Frente Social y Popular) afirmó que "el Estado debe garantizar la libertad y el derecho a profesar cualquier culto, pero desde la laicidad, contemplando y conteniendo las elecciones de cada uno. No puede poner una por sobre la otra", en referencia a que, precisamente, todas las imágenes religiosas existentes en establecimientos públicos son de carácter católico.
La edil se mostró esperanzada con la posibilidad de que la "iniciativa se propague" por otras ciudades de la provincia. "Es muy saludable porque habla del respeto y la igualdad. Es importante entender que se puede o no profesar cualquier culto, pero tiene que haber libertad y no imposición. Es fundamental para convivir en la diversidad", dijo.
El proyecto se aprobó con los votos del socialismo, el peronismo, el radicalismo y las fuerzas de izquierda. Como era de esperar, se opusieron Cambiemos, Compromiso por Rosario y el Partido Demócrata Progresista.
