La situación económica en la Ciudad de Buenos Aires se refleja con un preocupante deterioro evidente para la clase media, afectada por la pérdida de poder adquisitivo debido a la inflación y el aumento de servicios esenciales como la salud y el transporte.
A fines de marzo último, había más de un millón de pobres en la Ciudad de Buenos Aires, de los cuales unos 470 mil eran indigentes, porque ni siquiera podían afrontar la canasta de alimentos.
En comparación con fines de 2023, la pobreza aumentó significativamente, sumando 1.083.000 personas. Esto marca un incremento respecto a las 928.000 personas en situación de pobreza del último trimestre del año pasado.
Esos nuevos pobres provinieron de la clase media, que se redujo en 100.000 personas.
La pobreza infantil alcanzó al 44% de los menores de 17 años, es decir, 301.000 niños, niñas y adolescentes. Hace un año, esta cifra era del 37,4%.
Según el Informe de la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, la pobreza alcanzó al 35,1% versus un 30,1% de fines de 2023, con una caída muy fuerte de la clase media que se redujo del 40,7% al 37,4%.
Medido por niveles de ingreso, la clase media experimentó una caída de casi 18 puntos porcentuales desde su mejor registro en el tercer trimestre de 2017, pasando de 1.691.000 personas a 1.254.000 en el primer trimestre de 2024.
En 2015, cuando comenzó la serie estadística, la clase media llegaba al 51,9% y ahora al 37,4%.
La indigencia ya afectó al 15,3% de la población, lo que representa a 472.000 personas. En el cuarto trimestre de 2023, esta cifra era del 12,2%.
Los hogares en condición de pobreza, junto con los que están en situación vulnerable, representan el 41,7%.
Los hogares encabezados por mujeres tienen una incidencia de pobreza del 34,4%, en comparación con el 26,2% de los hogares con jefe varón.
Los hogares con presencia de adultos mayores que están en situación de pobreza se ubican en 30%, un valor cercano al del total de población.