Estados Unidos formuló este jueves 17 nuevos cargos contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, especialmente en aspectos relacionados con las leyes antiespionaje.
A través del Departamento de Estado, el gobierno de Donald Trump acusa a Assange de haber puesto en peligro a algunas de sus fuentes con la publicación en 2010 de unos 750.000 documentos militares y diplomáticos.
También lo denuncia por "conspirar" con la ex analista informática estadounidense Chelsea Manning, condenada en 2013 por originar la filtración.
En un comunicado oficial, Estados Unidos asegura que se sospecha que Assange ha "ayudado a obtener información confidencial sabiendo que podría utilizarse en detrimento de Estados Unidos y en beneficio de una nación extranjera". "Es una locura", respondó la organización Wikileaks tras conocerse la noticia. "Es el fin del periodismo en temas de seguridad nacional y el fin de la primera enmienda" de la Constitución de Estados Unidos que garantiza la libertad de expresión, agregó a través de su cuenta de Twitter.
En tanto, la ONG La acusación Reporteros sin Fronteras (RSF) manifestó que la actitud de Estados Unidos "plantea una amenaza directa a la libertad de prensa y al periodismo de investigación", y la organización Freedom of the Press advirtió acerca de la existencia de "un gran peligro para los periodistas".