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La ciencia lleva más de un siglo advirtiendo del calentamiento global

A pesar de la evidencia científica que da cuenta de su existencia hace más de 40 años y de que la primera teoría remonte a los casi 150 gracias a una mujer feminista/sufragista, las voces negacionistas del cambio climático (entre ellas la de Milei) buscan perpetuar la dependencia fósil para asegurar los negocios del norte global, a costa de vidas humanas, animales y de todo el planeta.

Este mapa muestra las anomalías globales de temperatura para julio de 2023, según el análisis GISTEMP realizado por investigadores del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA. Las anomalías de temperatura reflejan la comparación de julio de 2023 con la temperatura media para el mes de julio entre 1951 y 1980.
Foto: Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.
Este mapa muestra las anomalías globales de temperatura para julio de 2023, según el análisis GISTEMP realizado por investigadores del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA. Las anomalías de temperatura reflejan la comparación de julio de 2023 con la temperatura media para el mes de julio entre 1951 y 1980. Foto: Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA.

Es curioso —incluso gracioso, si no fuera por el peligro que representan— que en Argentina se multipliquen las voces negacionistas del calentamiento global, como si los 30° que hicieron en algunas regiones del país en pleno invierno se trataran de obra divina (y no de la inferencia antropocénica sobre la tierra). Muy lejos de afirmar la validez de esas voces, que en esta región las acarrean políticos de derecha con exceso de propaganda en los medios, los científicos ya advertían a mitad del siglo XIX (¡casi 150 años!) de la potencialidad de efecto invernadero del gas de dióxido de carbono (CO²).

El mérito fue de una mujer: la estadounidense Eunice Newton Foote. Por supuesto, luego el prestigio se lo llevaría un varón, pero lo cierto es que el primer estudio sobre los efectos de gases invernadero sobre la atmósfera los llevó a cabo en 1856 una mujer y feminista sufragista, fundadora de Seneca Falls Convention que debatió los derechos de la mujer en 1848.

Esos fueron los primeros postulados teóricos del efecto invernadero. En tanto, su consecuencia; el calentamiento global, se predijo con asombrosa exactitud hace ya más de 40 años: se debe al informe Charney (1979), que contó con la revisión entre pares (condición sustancial en la elaboración científica) de expertos de 190 países. El informe alertaba del aumento de la temperatura media global: "Estimamos que el calentamiento más probable al duplicar las emisiones de CO² estará cerca de 3°C con un margen de error de 1,5°C". La evidencia del aumento de la temperatura global se mide desde 1958, lo que permitió confirmar que el CO² se encontraba en aumento.

La predicción del informe sería prácticamente infalible: la temperatura media global aumentó con asombrosa relación (por suerte las emisiones no se duplicaron, pero sí aumentaron) y su consecuencia fue el aumento de la temperatura media global en un 1,2% para 2017 (aproximadamente entre 0,8 y 1,2 comparado a niveles pre-industriales), según informes de IPCC (1). Este es un número que puede resultar menor para una vida humana; pero que no lo es para el planeta. La alarma se enciende ante el peligroso acercamiento al punto de no retorno del calentamiento global (el momento en que el nivel del mar se duplique debido al derretimiento de los polos, inundando buena parte del globo). Ese punto se alcanzaría (de seguir con las emisiones como hasta ahora) para 2100 según la WRI. Un momento extremadamente cercano, que sin embargo podría acelerarse

La promesa fantasma de la transición energética

 

Alarma mundial

La alarma no se debe a razones insignificantes (como sostienen los negacionistas respecto del aumento de la temperatura): entre los efectos del calentamiento global se encuentran el deshielo del Ártico y la Antártida, caracterizados por el derretimiento de glaciares y el efecto cadena que genera al retirarse la capa de hielo y liberar a la atmósfera los gases con efecto invernadero del permafrost. Mientras se producen más zonas inundables, en otras regiones el calentamiento global se relaciona con el aumento de la sequía, junto a factores locales (el efecto natural de El niño que afecta a Sudamérica, así como la tala indiscriminada de bosques): algo notorio en el centro y Delta argentinos, que en los últimos años vieron incrementados los incendios.

La acidificación de océanos y tierra (lo primero daña la vida en los océanos, lo segundo perjudica las cosechas) es otra característica antropocénica del cambio climático. Los refugiados ambientales plantean otro drama social y humano: por ejemplo, sólo en los primeros 6 meses de 2019 tuvieron que migrar 7 millones de personas en el mundo.

Por último, como evidencia notoria de público conocimiento hay que destacar el mayor registro histórico de calor en el Norte global en julio, con temperaturas de 52°C en regiones tan alejadas como China y USA; más de 42°C en Europa; siendo México la región más caliente del planeta con 80°C (en zona desértica). Entre sus consecuencias hallamos: el desequilibrio en la rutina de insectos polinizadores (claves para la vida en el planeta), así como la muerte de las personas más vulnerables, junto a enormes pérdidas económicas en el sector agropecuario.

Jujuy sangra por culpa del litio

Lo que sucede en el océano merece especial atención. En julio, durante la misma ola de calor, la temperatura del océano Atlántico norte batió el récord de los 24,9°C según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA); en tanto el Mar Mediterráneo lo superó, tristemente, con el de 28,9°C, según el Servicio Europeo de Cambio Climático Copernicus. Entre sus consecuencias hallamos las migraciones de especies marinas, cuando no, la muerte de comunidades enteras de animales como los corales. Y éstos son tan sólo algunos de sus efectos estudiados hasta el día de hoy.

 

Negacionismo, una voz anticientífica

Cuando la ciencia ejecuta predicciones que podemos comprobar a simple vista, mundial y localmente (en este caso que ciertos gases calientan la superficie de la tierra), resulta extraño observar actores ligados a la política y los medios que niegan dichas evidencias. Un ejemplo llevado al paroxismo de negacionismo lo dio el "libertario" más famoso (de derecha). En una entrevista con un youtuber, el presidenciable Javier Milei aseguró "el cambio climático es otro invento del socialismo".

Esto constituye una contradicción imperdonable desde los mismos parámetros científicos que pregonan los liberales (en su origen, el liberalismo planteaba la secularidad en la búsqueda científica contra la estrechez de la iglesia y la superstición). Sin embargo, la voz anti-derechos es también anti-científica. Hasta el momento nadie propuso una teoría con evidencia científica que otorgue el calentamiento global a otra causa que no sean los gases de efecto invernadero en la atmósfera (ninguna teoría que valga la pena mencionar). Por lo tanto, defenestrar esta teoría dotada de evidencias desde hace más de 50 años (y casi 150 desde sus postulados teóricos), es similar a defenestrar la teoría de la evolución. Claro que toda teoría puede reemplazarse por otra mejor, pero este no es el caso, y el consenso científico mundial establece que el aumento de la temperatura terrestre se debe a los gases de efecto invernadero. Lo repito por última vez, casi.

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Queda claro que quienes niegan esas evidencias responden a intereses por fuera de la ciencia y del bienestar común: negarlo es idéntico a proponer seguir haciendo todo como se hizo hasta ahora, con una matriz dependiente de restos fósiles, con tala indiscriminada de bosques nativos (fenómeno local que acentúa la sequía), sin controles sobre los gases arrojados a la atmósfera —especialmente por el Norte global, responsable del 92% de las emisiones de gases de efecto invernadero—. Tal vez la señal provenga de esa zona del planeta, recordemos que Trump (el Milei norteamericano) es otro férreo negacionista del cambio climático.

El negacionismo trumpiano siempre se caracterizó por estar acompañado de ser antiderechos y misógino. Tal vez por eso mismo su negacionismo también ignore que son las mujeres y las personas en situación de precariedad quienes sentirán con mayor fuerza las consecuencias del calentamiento global. La razón es clara: quienes no cuenten con aire acondicionado en sus hogares (o peor, quienes no tengan hogares); quienes deban realizar jornadas laborales expuestes a fenómenos climáticos impredecibles; o no tengan acceso a una alimentación saludable para resistir las inclemencias de la nueva era antropocénica, sufriremos en nuestros cuerpos los efectos del calentamiento global debido a los gases con efecto invernadero (por última vez, es el efecto invernadero).

Siendo que está claro que el aire, el agua y el acceso a los alimentos van a encontrarse severamente afectados consecuencia del calentamiento global, urge combatir las salidas negacionistas y liberales a la crisis climática, que no valoran las vidas y no dudarán en dejar perecer personas y especies animales. El calentamiento global es una realidad científica con casi 150 años de historia, que demanda acciones concretas de transición energética con justicia social: su opuesto es la devastación.


Nota al pie

Informes de la IPCC sobre el aumento de la temperatura media global:

https://www.climatica.lamarea.com/cronologia-negociaciones-climaticas/

https://www.ipcc.ch/sr15/

 

El autor

Mikhaíl Vera es poeta y ensayista, sus estudios hacen foco en los activismos LGBTQ+ y la comunicación ecologista. Edita en Ed. MEFAME.

Contacto: [email protected]



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