No es ningún secreto. A menor consumo de alimentos ultraprocesados, mejor es la salud general de las personas. A mayor consumo de alimentos ultraprocesados, mayor riesgo de cáncer. A mayor consumo de frutas y verduras frescas, mejor funcionamiento del metabolismo. Y un mejor descanso.
Pero siempre es bueno, ante la desconfianza, contar con evidencia. Y aquí está la evidencia. Un estudio realizado en España y publicado por JAMA Network Open.
El estudio sobre la Dieta Atlántica fue un ensayo clínico aleatorizado de 6 meses de duración diseñado para evaluar los efectos de esta dieta tradicional regional en los hábitos alimentarios de las familias. El estudio se llevó a cabo del 3 de marzo de 2014 al 29 de mayo de 2015 en un centro de atención primaria de salud local en la localidad rural de A Estrada, en el noroeste de España, e implicó una colaboración multisectorial. Las familias fueron seleccionadas aleatoriamente de los registros del Sistema Nacional de Salud y asignadas al azar a un grupo de intervención o control. Este análisis secundario de los hallazgos del ensayo se realizó entre el 24 de marzo de 2021 y el 7 de noviembre de 2023.
Durante 6 meses, las familias del grupo de intervención recibieron sesiones educativas, clases de cocina, material de apoyo escrito y alimentos característicos de la dieta atlántica, mientras que los asignados al azar al grupo de control continuaron con su estilo de vida habitual.
Los resultados fueron contundentes: quienes realizaron la Dieta Atlántica redujeron la probabilidad de enfermedades y manifestaron una mejora en el descanso.
¿Qué alimentos componen la dieta atlántica?
La dieta atlántica tiene muchas similitudes con la famosa dieta mediterranea. Enfatiza el consumo de alimentos frescos, de temporada y de origen local, como frutas, verduras, cereales... pescado y productos lácteos. El uso de abundante aceite de oliva también una característica que comparten ambas dietas.
¿En qué se diferencia la idea atlántica de la mediterranea?
En que incluye una mayor proporción de pescado, leche, patatas, frutas y verduras. Esto se debe a sus orígenes se remonta a los pueblos celtas.
Otra diferencia importante es que la gente del norte de España y Portugal suele tener un mayor consumo de vino y un menor consumo de cerveza. Así que ya saben: si quieren consumir alcohol, siempre es mejor el vino a la cerveza.
¿Qué tenemos que comer para seguir la dieta atlántica?
Alto consumo de pescado, moluscos, crustáceos, verduras, patatas, pan, cereales, frutas, castañas, legumbres, miel, frutos secos enteros y aceite de oliva.
Consumo moderado de vino, leche, queso, huevos, carne de cerdo y ternera.
Menor consumo de carnes grasas, dulces y refrescos.
Beneficios para la salud
La dieta atlántica mejorar varios componentes del bienestar metabólico y la salud del corazón.
Al final de los seis meses de la dieta, sólo el 2,7% de los que recibieron una intervención de dieta atlántica desarrollaron síndrome metabólico, mientras que el 7,3% del grupo de control que no la recibió desarrolló la afección.
La intervención también redujo el riesgo de obesidad central y colesterol HDL bajo, dos componentes importantes de la salud metabólica. Sin embargo, la dieta atlántica no tuvo ningún efecto significativo sobre la presión arterial alta, los niveles altos de triglicéridos o los niveles altos de azúcar en sangre en ayunas de los participantes.
“Los participantes del grupo de la dieta atlántica también vieron una disminución en la circunferencia de la cintura, lo que podría ser indicativo de mayores efectos en cadena para la salud metabólica”, dijo Mar Calvo-Malvar, PhD, autora del estudio y especialista en medicina de laboratorio del Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela
"Vale la pena señalar que la pérdida de peso ha sido ampliamente reconocida como beneficiosa para tratar todos los componentes del síndrome metabólico, incluido el exceso [de grasa corporal], [el desequilibrio del colesterol], la hipertensión, la resistencia a la insulina y la hiperglucemia", agregó la doctora.
