"Yo no estuve de compras por ningún lado pero me contaban que los shoppings arden de argentinos... hay mucha gente que vino a hacer turismo de vacunación. Acá están vacunando gente en la playa", disparó el conductor de Periodismo Para Todos, Jorge Lanata.
El periodista, otrora referente de una generación rebelde, viajó a Miami por trabajo y aprovechó para hacer lo mismo que esas personas a quienes criticó: vacunarse contra el coronavirus aunque no sea un habitante de los Estados Unidos.
La confesión llegó el mismo día que el expresidente Mauricio Macri está en el ojo de la tormenta por haber realizado lo mismo: criticar la política de vacunación del Gobierno nacional, jugarla de moralista y después tomar la primera oportunidad de privilegio que encontró para hacerse de la dosis.
Durante una entrevista televisiva, y consultado por Mariana Fabbiani si no se había tentado en aplicarse la vacuna al tenerla tan cerca de la mano durante su viaje, Lanata ironizó: "Yo me voy a vacunar en la Argentina y voy a esperar seis años para que me den la segunda dosis". Pero, claro, se notaba mucho que estaba riéndose y tuvo que confirmar: "Sí, me vacuné".
Lo cierto es que Jorge Lanata es un paciente de riesgo por su trasplante de riñón, sus varias internaciones posteriores y la cantidad de cirugías a las que fue sometido. Por eso necesitaba recibir estas dosis contra el virus, para seguir trabajando sin tener miedo a la mortalidad del coronavirus. Pero, al igual que lo sucedido con Macri, lo que queda en evidencia es el privilegio de clase y la utilización política que hacen del tema cada vez que tienen un micrófono cerca.
