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LGBT+: lxs desaparecidxs de la dictadura, aún hoy invisibilizadxs

Carlos Jáuregui fue quien hizo la primera mención de lxs 400 desaparecidxs de la comunidad LGBT+ durante el último régimen militar en Argentina. Desde entonces, el colectivo disidente, lucha por visibilizarlxs.

(Agencia Presentes)
(Agencia Presentes)

El 24 de marzo nos congela la sangre y hierve los recuerdos, y hoy, frente a un nuevo aniversario del Golpe cívico-militar que, a raíz de la pandemia, se celebra de otras maneras, igual continúa plantando memorias y sembrando verdades para el futuro.

A 45 años de la dictadura más atroz que vivió la Argentina, activistas del colectivo LGBT+ vienen anunciando que fueron 30.400 cada vez más fuerte; un número que surge de un libro del entrañable Carlos Jáuregui, primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) e incasable militante por los derechos de gays y lesbianas.

Desde algunos sectores se considera que esas 400 personas del colectivo disidente están incluidas en la cifra de lxs 30.000, aunque otrxs consideran necesario remarcarla por fuera, necesariamente, como una forma de visibilizar con más poder el pedido de memoria y justicia para la comunidad LGBT+.

La lucha por imprimir fuerza a la visibilidad desde el colectivo se entremezcla con la memoria recortada en pedazos, que diversos organismos de derechos humanos, sobre todo Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, luchan incansablemente por reconstruir.

Y así se camina, a fuerza de levantar banderas, unificar deseos, y encontrar la verdad.

Fue en 1987, a través de el libro de Carlos Jáuregui "La homosexualidad en Argentina", que se hace mención a esta cifra.

Luego, en 1996, en un texto para la revista Nx -citado por Agencia Presentes- Jáuregui expresó: "Nuestra comunidad, como toda minoría en tiempos dictatoriales, fue víctima privilegiada del régimen. El fallecido rabino Marshal Meyer, miembro integrante de la CONADEP (Comisión Nacional para la Desaparición de Personas), creada durante el gobierno radical, expresó en 1985 a quien esto firma, que la Comisión había detectado en su nómina de diez mil personas denunciadas como desaparecidas, a cuatrocientos homosexuales. No habían desaparecido por esa condición, pero el tratamiento recibido, afirmaba el rabino, había sido especialmente sádico y violento, como el de los detenidos judíos".

La Agencia de noticias Presentes cita también el testimonio de Ivanna Aguilera, una sobreviviente trans de la dictadura a quien entrevistaron y cuyas palabras son estremecedoras.

Según relatan, Ivanna tenía 13 años en mayo de 1976 y vivía en Rosario. Alrededor de las siete estaba junto con otras compañeras frente al Automóvil Club en la Plaza de San Martín, a cinco cuadras de su casa, cuando vio acercarse un camión y dos jeeps del Ejército.

"Nosotras recién estábamos descubriéndonos, saliendo a la calle. Íbamos a la plaza porque habíamos encontrado a una compañera trans, la Poropá, la primera que conocíamos. El camión paró y nos subieron a las trompadas. La compañera mayor nos protegió. Nos llevaron al Batallón 121 (ahí funcionó un centro clandestino de detención), donde fui apaleada, abusada sexualmente en grupo, picaneada en mi genitalidad y quebrada. Todo era acompañado con insultos sobre mi identidad: maricón, puto, degenerado, ustedes son una enfermedad, hay que matarlos de chiquitos".

Ivanna contó a esa Agencia que estuvo 72 horas secuestrada con sus compañeras. "Nos tiraron en un descampado a todas. Pero después una no sobrevivió".

Luego, fue detenida reiteradas veces. "Nos llevaban presas por nuestra sexualidad. Pero jamás nos ponían junto con lxs compañerxs presos politicxs, sino con la población común: violadores, delincuentes, ladrones. Y algunos volvían a abusar de nosotras. A las pocas que quedamos vivas nos pasó lo mismo. ¿Por qué nos llevaban y torturaban? Jamás nos lo dijeron. No estábamos en un gremio".

Hoy en día vive en Córdoba y es presidenta de Devenir Diverse.



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