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Los Pumas lucharon, pero cayeron ante Gales en Cardif

Disputaron un cotejo sucio y desprolijo. En ese río revuelto, los locales sacaron una mínima luz de diferencia con respecto al volumen de juego, aprovecharon los errores albicelestes y lograron alzarse con la victoria.

Argentina y Gales luchaban por mantener un puesto en la clasificación mundial entre los primeros del ránking de la International Rugby World Cup. Estos lugares de privilegio son los que deciden la preclasificación de los diferentes combinados nacionales en el sorteo del Mundial 2019.

En el inicio de su gira, Los Pumas habían derrotado a Japón en Tokio con un lapidario 54 a 20 y habían ascendido a la sexta plaza. El objetivo de Argentina era claro: presionarlos en defensa y apostar a la propia entrega de la zaga. Enfrente, el juego punzante de Gales se mostraba como el arma clave de los locales para llevarse el triunfo. 

Nicolás Sánchez abrió el marcador a los cuatro minutos con un remate excelso a los palos, tras un penal, que puso a los argentinos al frente en el marcador por 3 a 0. Los Pumas, en pleno proceso de formación, debido a la juventud de algunos de sus miembros, por momentos cometían errores de desprolijidad y desorganización defensiva. Sin embargo, lo de Gales tampoco era muy lúcido. 

El local era un rival con el que Los Pumas habían perdido los últimos cinco encuentros entre ambos. La albiceleste había conseguido ubicarse en el sexto puesto, el cual le permitiría ser cabeza de serie del Mundial de Japón 2019. Ese lugar estaba siendo ocupado nada menos que por Gales, quienes perdieron ese espacio tras la derrota por 32-8 ante Australia, cotejo que significó la quinta derrota consecutiva del equipo británico.

Cerca de los 8 minutos, Los Pumas pudieron estirar la ventaja tras otro penal que Sánchez envió apenas por fuera. La agresiva defensa de los conducidos por Daniel Hourcade mantuvieron lejos del ingoal a los Rojos, hasta el minuto 14, en el que Halfpenny igualó el marcador tras un penal.

Los errores defensivos propios comenzaron a multiplicarse y a traducirse en penales a favor de Gales. Así fue como los locales pasaron al frente por 6 a 3, nuevamente en los pies de Halfpenny, a los 24 de la primera parte. A partir de ese momento, los galeses aprovecharon el mal momento argentino para acelerar su trabajo, en búsqueda del primer try. Era el mejor momento de los británicos en el partido. 

Los knockons, penales y distracciones en los pases se sucedieron en torno a la línea backs, a falta de 4 minutos para el cierre de la primera mitad. Tuculet salía del partido tras el ingreso de De la Fuente, mientras Gales seguía presionando en forma peligrosa.

En el complemento, la temática se mantuvo, y los locales salieron con todo a llevarse la victoria. A los dos minutos, en una jugada enormemente confusa y de difícil decisión, los Rojos llegaron al try gracias a Liam Williams, y aumentaron la diferencia por 11-3. Más tarde el partido empezó a picarse, Argentina sufría desde finales del PT una tarjeta amarilla que Gales materializó en su primera guinda en el ingoal, pero los roces se sucedían, y de inmediato llegaron los manotazos. Debió haber sido amarilla por el agarrón de Alan Wyn Jones  sobre Sánchez, pero nada se cobró por parte de los árbitros. Argentina jugaba desenfocada y no conseguía plasmar una idea definida de juego.

Sin embargo, a los 7, y luego de una brillante avivada en medio de la suciedad de la jugada, Landajo la jugó rápido y Juan Martín Hernández apoyó bajo los postes. Después llegaría la conversión de Sánchez, y las cosas se ponían 11 a 10 en favor de los británicos. Cuando parecía que Los Pumas podían reaccionar y equilibrar el encuentro, a los 14 fue Gareth Davies quien, tras un agresivo maul de Gales, alcanzó un resquicio que terminó en try. Halfpenny convirtió y los locales aumentaban a 18-10.

El pick and go de la albiceleste no podía romper la defensa roja. La lucha se intensificaba en el borde mismo de la zaga local. Landajo estuvo a centímetros de marcar en una nueva jugada muy poco clara que se dio, pero insólitamente los árbitros sancionaron el try, que luego convirtió Nico Sánchez. La ruleta de las decisiones arbitrales favoreció a la visita y otra vez el partido se colocaba en la mínima diferencia: 18-17.

A falta de 15 minutos, el infalible Halfpenny estiró el resultado con un penal y las cosas se ponían 21-17. Con apenas 4 puntos de distancia, todo era posible. Los Pumas, tardíamente, empezaron a tomar confianza con el balón, y a disputarle a Gales -palmo a palmo- cada balón. Cuando sólo restaban 7 minutos para el cierre, Nico Sánchez, también infalible, acercó las cosas y puso el partido 21-20. Pero la esperanza duró poco: Halfpenny volvió a anotar en la contra, y volvió a colocar a Gales arriba por tres, 24-20.

Y así se fue el encuentro, en la metáfora fáctica del error. Es cierto que lo ganó Gales. Pero no es menos cierto que las desinteligencias de conexión entre los hombres de Hourcade, le facilitaron el camino al triunfo.

Crédito Prensa Pumas.
Crédito Prensa Pumas.



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