Importa poco lo que suena de fondo. La música es chata, mediocre, sin vuelo. Madonna dejó de cantar hace largo tiempo y sus performances musicales atravesadas por el autotune no solo están por debajo de sus mejores épocas sino que además parecen sumergidas en el tedio y la repetición. Sin embargo, la diva del pop logra con su flamante video, God Control, impactar, plantar un mensaje directo y desestabilizador: paremos con las armas, dejemos de matarnos.
Más de 36 mil personas mueren cada año en Estados Unidos víctimas de armas de fuego y la situación está graficada en el trabajo que la cantante acaba de lanzar. El escenario es un club nocturno y los hechos están marcados por la sangre y el crimen.
Son 32 segundos lo que dura la escena más potente del video, ambientada en un bolilche en el que ocurre una masacre de la que la propia estrella es víctima.
Al mismo tiempo, aparece escribiendo un texto sobre la matanza en plan periodismo desvelado, look dark y la noche de la gran ciudad como boca de lobo siempre dispuesta.
Según declaraciones de la propia Madonna a la revista People, el video pretende ser una postura sobre la epidemia de masacres que sufren los Estados Unidos. Según ella, la situación está "fuera de control".
