Silvia Oliva, madre de una joven detenida cerca del Congreso durante la represión por la Ley Bases, declaró hoy que su hija “no es ninguna terrorista”. En medio de una concentración en SERPAJ para denunciar las detenciones ilegales, Oliva admitió sentirse “un poco quebrada”. Su mayor deseo es volver a ver a su hija libre.
“Recibimos apoyo incondicional desde el principio, lo cual es esencial. Me siento muy emocionada, hoy particularmente afectada. He estado adaptándome en estas horas, pero ahora me siento quebrada. Deseo ver a mi hija, quiero que esté conmigo”, dijo conmovida, pero con esperanza por el apoyo de diversas organizaciones políticas, sociales y de Derechos Humanos.
Camila, estudiante de último año de Sociología en la UNSAM, fue arrestada con tres compañeros de la Asamblea de San Martín a veinte cuadras del centro de la protesta del miércoles. La llevaron a una comisaría donde pasó la noche y luego la trasladaron a Comodoro Py para seguir detenida.
“La persecución fue como una cacería. Caminaban por la vereda cuando los policías llegaron en motos y los capturaron. Un amigo logró escapar escondiéndose en un estacionamiento de la UADE y me relató lo sucedido. Fue un caos total”, relató Oliva a NA.
Gracias a Myriam Bregman, diputada del Frente de Izquierda y abogada de Derechos Humanos, Oliva pudo ver a su hija durante cinco minutos en prisión. “Estaba en el suelo, esposada. Al llegar, dos policías la ayudaron a levantarse. Fue una escena aterradora. Ella me aseguró que no la golpearon. No sé si lo dijo para tranquilizarme, pero sí golpearon a una de sus amigas. Camila se mostraba fuerte, aunque preocupada por sus dos hijos”, compartió.
Con orgullo, Oliva defendió la participación de su hija en la manifestación. “Ella lucha por los derechos de sus hijos, por los derechos de todos, por mis derechos y por los de su hermano, empleado de Aerolíneas Argentinas”, afirmó.