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Esto es Massacre, ¡Palestina!

La cita fue en Vorterix, el teatro de Colegiales. Estuvo Goyo de Bandalos Chinos como invitado. Y lo que sonó bien fuerte fue la banda que va a salvar al mundo.

“Para quienes nunca nos vieron, esto es Massacre… ¡Palestina!”, empezó diciendo Walas y estalló la ovación, el aplauso y el puño en alto. Ahí supimos que estábamos en el lugar correcto en el momento indicado.

El pasado viernes 31 de mayo, con un Vorterix explotado de gente, Massacre tomó por asalto el escenario que había dejado en llamas Nikkö. Nikkö, que tiene nombre de ciudad japonesa y actitud pospunk, es una de las artistas más destacadas del panorama actual de nuestra música. Y con qué alegría abrazamos estos proyectos, cuánta fuerza inyectan. Cantante, compositora, acompañada por una banda eximia, Nikkö es distinta a todas, a todos y a todes. Es única, entonces. ¿Qué más podemos pedir?

“Massacre es la banda que va a salvar el mundo”, siguió diciendo Walas más adelante. Y será esta una crónica despojada de sentimentalismos baratos y rancias viejas nostalgias pero, PERO, cómo no remontarnos a esos tiempos donde Massacre Palestina despuntaba en el panorama under y sí, era la banda que salvaría al mundo.

Y así quedó una vida en suspenso: hoy Massacre es eso justamente.

¿Y qué decir del show? ¿Que fue un lujo para quienes estuvimos esa noche fría de Buenos Aires? ¿Que dentro de Vorterix no se sentía más que el calor que irradiaba la banda -¡qué banda!-?

¿Que la originalidad es lo que siempre los destacó? Desde la narrativa, el despliegue escénico, esa voz -¡qué voz!-.

¿Que Walas tiene por extensión de su mano una elocuente pandereta que baila loca? ¿O que sus cambios de accesorios como la galera, las máscaras, las pelucas son el aditivo de toda fiesta que se precie de tal?

“Cómo salir, cómo escapar/Cómo seguir sin sofocar” cantaba en Sembrar, sembrar, el tema que abrió el concierto. ¿Y cómo no bailar sin parar desde ese comiendo hasta el final?

Hubo temas nuevos, los de un disco que esperamos con ansias y no sabemos cuándo saldrá; en sus redes, Walas insiste con que “espera que le baje la información” y sólo consigue aumentar la ansiedad de nos, sus escuchas fieles. Continuando con la retórica: ¿cuándo bajará esa información? Dioses del Olimpo, os convocamos para una rápida resolución.

OK, canciones nuevas, ¿y las demás? ¿No son acaso todas ellas clásicos de clásicos? ¿Qué hacer cuando escuchamosSe sentaba en el pasto y tanto amor/No les entraba en el corazón/No les entraba tanto amor” sino sonreír, bailar y cantar desaforadamente? Tanto amor, entonces, La Reina de Marte, La Octava Maravilla (“Es la octava maravilla/¡creelo!... es el rock/Sus próceres en estampillas/Ya no sufren la persecución”, ¡vamos tod*s!)/Te Leo Al Revés, etcétera, etcétera, etcétera.

¿Hubo invitados? Hubo invitados: Goyo de Bandalos Chinos se subió al escenario.

“Nos inventamos enemigos imaginarios: la grieta, la casta, lo que sea”, decía el cantante bien plantados sus pies en la realidad, o en su “Hola, Pettovellos” obligándonos a sonreír a pesar de todo.

¿Massacre se va de gira por Europa? Massacre se va de gira por Europa.

¿Massacre hará un Obras a su vuelta? Massacre hará un Obras a su vuelta.

¿Fuimos felices esa noche? Sí, lo fuimos. Mucho. Gracias.



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