Hermano de Miguel "Tano" Santucho, hijo de Cristina Navajas y Julio Santucho y nieto de Nélida Gómez de Navajas —cofundadora de Abuelas de Plaza de Mayo y fallecida en mayo del 2012—, el nieto 133 fue oficialmente restituido y ya se encontró con toda su familia.
Una familia diezmada y cuatro generaciones afectadas de Navajas-Santucho es lo que dejó el secuestro de Cristina en julio de 1976 en pleno accionar del terrorismo de Estado contra miles de inocentes. Cristina militaba en el PRT-ERP y sus compañeros la llamaban "Beba" o "Marcela". Fue secuestrada mientras se encontraba en el domicilio de su cuñada. La patota se las llevó, dejando a los tres niños solos (dos hijos de Cristina y uno de Manuela, la cuñada). Cristina estaba embarazada de dos meses; fue gracias a testimonios de sobrevivientes que pudo saberse que estuvo detenida en los CCD "Automotores Orletti", "Proto Banco" y en el "Pozo de Banfield" y que finalmente dio a luz.
Más de cuatro décadas más tarde, los miembros que todavía viven de la familia Navajas-Santucho es testigo del "triunfo de nuestra democracia", tal como llamó Estela de Carlotto al nieto restituido 133 en la conferencia de prensa que realizaron esta tarde en la Casa por la Identidad del Espacio Memoria y Derechos Humanos ex Esma de CABA.
Bienvenido nieto 133: Abuelas anunció otra identidad restituida
"No tengo dudas de que vamos a estar juntos el resto de nuestras vidas, porque nos buscamos y nos encontramos y el abrazo que nos dimos es para siempre", afirmó rebosante de felicidad Tano Santucho.
La conferencia dio inicio con Estela de Carlotto, una de las doce Abuelas de Plaza de Mayo que continúan con vida, como ella misma remarcó durante su oratoria. En su discurso relató la historia de la familia, el secuestro de Cristina y los pedacitos de su historia que reconstruyeron mediante testimonios de sobrevivientes. Nélida Gómez de Navajas se unió a las Abuelas llevando consigo las pocas pistas que logró recoger para iniciar la búsqueda colectiva y también la de su familia: sabía que buscaban a un nieto, pero no su género, solo que habría nacido por febrero de 1977. A cada paso estuvo acompañada de su hijo Jorge, el hermano de Cristina.
El historial de la familia Santucho es una de las más impactantes y crueles: entre detenidos, asesinados y exiliados suman casi una veintena.
En la década de los 90 Tano Santucho se unió a H.I.J.O.S. y más tarde creó la comisión de Hermanos, que acompañó la búsqueda de Abuelas. Un día Nélida, le entregó toda la documentación que había reunido: era un acto simbólico en que dejaba su legado en él, un legado que el joven supo llevar con creces. Tras la muerte de Nélida, Miguel se sumó a la comisión directiva de Abuelas, donde se dedicó de lleno a la causa.
Según narró Carlotto, el nieto restituido fue apropiado por un miembro de las fuerzas militares y una enfermera. Desde joven tuvo dudas acerca de su identidad y su hermana mayor le confirmó las sospechas.
"Él hace 4 o 5 años es consciente de que es apropiado, pero por 3 años no pudo accionar debido a la pandemia, y tampoco sabía por dónde comenzar", añadió su hermano Tano.
En abril de este año el nieto 133 se realizó el examen de ADN a través de la CONADI (Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad), que confirmó su verdadera identidad. En junio le comunicaron su linaje.
También participó de la conferencia Julio Santucho, quien explicó que sus hijos saben desde chicos que a su mamá se la llevaron los militares, que nunca se los ocultó.
El nombre, lugar de residencia y otros datos personales no fueron revelados por pedido del nieto restituido, quien todavía atraviesa un fuerte proceso de asimilación de su historia.
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