SOCIEDAD | GATILLO FACIL | LUCIANO | miramar | POLICIA

"No fue gatillo fácil, fue fusilamiento", dijo la mamá de Luciano

Fue uno de los casos que sacudió a toda la Argentina: Luciano volvía de jugar a la pelota con amigos y murió en manos de la Policía. Hoy su madre habló con Infonews mientras marchaba pidiendo justicia.


Hoy se cumplió un mes. Luciano Olivera murió en manos de la Policía Bonaerense y Miramar se puso de pie para exigir lo mismo que el primer día: Justicia tras el crimen del joven de 16 años. 

"Está con preventiva (Maximiliano) González, hay tres más detenidos. Estamos pidiendo justicia por lo que falta. Por pruebas, aparentemente, son cuatro los que faltan... pero son más. Con el tiempo puede que sigan apareciendo y con la reconstrucción, que se hará en febrero-marzo, van a seguir cayendo", sostuvo la madre de Luciano, Judit Aristegui, en diálogo con Infonews.

Mientras se concentraban familiares y amigos del adolescente para marchar desde la avenida 26 y la peatonal 21 hasta la playa, la madre dijo que "por ahora" está conforme "con todo" y agradecida. 

"No fue gatillo fácil fue un fusilamiento lo que le hicieron al nene", enfatizó Judith al ser consultada sobre los dichos del ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien había negado que el caso de Luciano sea uno de gatillo fácil. 

La madre del chico aclaró, además, que nunca dialogó con el funcionario de la Provincia: "Al ministro nunca lo vi, es la persona que nunca vi. El que está conmigo es el intendente, mi abogado, el juez, la fiscal... a él, a Berni, nunca lo vi y el resto tampoco. Nunca vi a nadie". 



SOBRE LA CAUSA

Por el crimen de Luciano, el martes pasado fue procesado con prisión preventiva el policía Maximiliano Abel González (25), a quien el juez de Garantías 2 de Mar del Plata, Saúl Errandonea, le imputó el delito de "homicidio triplemente agravado por haber sido cometido por miembro de una fuerza de seguridad, mediante el empleo de armas de fuego y con alevosía".

De acuerdo a los peritos, al momento del examen, el arma "presentaba signos de disparos en el interior del cañón y zona de recámara" y que la misma "posee un funcionamiento normal en todos sus mecanismos, en particular los seguros que presenta, tanto el manual, denominado decocker y el automático consistente en seguro de aguja percutora, no registrándose disparo de manera accidental o no deseado durante las pruebas practicadas".

De esta manera, el magistrado que interviene durante la feria judicial de enero hizo lugar al requerimiento efectuado por la fiscal de la causa, Ana María Caro, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada de Miramar.

A partir del fallo del juez, el imputado González seguirá alojado en la Unidad Penal 44 de Batán y en función del delito que pesa sobre él podría ser condenado a prisión perpetua en un futuro juicio oral.

Para la fiscal Caro está acreditado a través de las pruebas obtenidas en la investigación que González asesinó de un disparo a Luciano (16), en la madrugada del viernes 10 de diciembre último.

"Personal policial perteneciente al Comando de Patrullas de Miramar se encontraba realizando tareas de prevención de delitos en la vía pública y fue convocado por radio llamada porque habría música alta en el anfiteatro de la plaza céntrica delimitada por calles 21, 24, 23 y 26 de Miramar", relató en su pedido de prisión preventiva.

Caro señaló que un móvil policial comenzó el seguimiento de una moto marca Yamaha YBR 125, conducida por el adolescente, hasta la intersección de avenida 9 entre calles 34 y 32, de Miramar. Allí, "Luciano Olivera se encuentra de frente con otro móvil policial siendo una pick up Toyota Hilux, que se incorporó a la interceptación" de la víctima.

El patrullero frenó "bruscamente sobre la avenida 9 en dirección al mar, al observar al joven en el motovehículo sobre la Avenida 9 en sentido contrario y en dirección hacia Av. 40, descendiendo tres efectivos policiales en el lugar y quedando una cuarta efectivo dentro del móvil, quienes habrían dado la voz de alto".

Según la fiscalía, "el oficial de Policía Maximiliano Abel González, quien había descendido del lado izquierdo trasero del aludido móvil policial, y actuando sobre seguro, con claras intenciones de darle muerte -toda vez que el joven Olivera no poseía elemento alguno que pudiera poner en riesgo inminente la vida del personal policial actuante ni de terceros-, extrajo su arma reglamentaria pistola marca Bersa calibre 9 milímetros -que contaba con 14 municiones-".

De acuerdo a la instrucción, el acusado efectuó un disparo "en forma sorpresiva contra la humanidad de Luciano Olivera", quien no pudo conocer su "acción intempestiva a los fines de ponerse a resguardo, pues conducía el motovehículo y el mismo se encontraba aún en movimiento a una distancia mayor a un metro, desde donde se encontraba González y los demás efectivos".

"Continuando su derrotero el motovehículo por la inercia en línea recta unos metros más embistiendo al Oficial González, ya sin voluntad por parte del joven Olivera quien había recibido el disparo impactando el mismo en la zona toraco-abdominal, con orificio de entrada y salida, atravesando órganos vitales", añadió la fiscal. Por su parte, el acusado González se negó a declarar las dos veces que fue indagado por la fiscal de la causa.

Mientras que en el marco del mismo expediente fueron detenidos la semana pasada los policías Nelson Armando Albornoz, Rocío Mastrángelo y Kevin Guerricagoitia, quienes acompañaban al presunto autor material en el patrullero, y que fueron acusados del delito de "encubrimiento doblemente agravado".



Dejá tu comentario