MUNDO | noruega | Pfizer | vacunas

Cruces y dudas entre Noruega y Pfizer por las 33 muertes

Unas 33 personas fallecieron en Noruega tras recibir las vacunas covid-19 de Pfizer. El gobierno apuntó ayer contra el laboratorio, pero ahora puso paños fríos.

Se encendieron las alarmas en Noruega luego de que 33 personas murieran tras recibir su primera dosis de la vacuna Pfizer. Los fallecidos eran ancianos mayores de 75 años y con enfermedades terminales. Desde el pasado viernes, Noruega recibió y administró más de 33.000 vacunas de Pfizer-BioNTech, y "por tanto, todas las muertes están vinculadas a esta vacuna", afirmó la Agencia Noruega del Medicamento.

"Hay 13 muertes que fueron evaluadas y estamos al tanto de las otras 16", agregaron desde la mencionada entidad a la vez que confirmaron que "la mayoría de las personas experimentaron efectos secundarios, como náuseas, vómitos o fiebre".

 <p>Cruces y dudas entre Noruega y Pfizer por las 33 muertes</p>
Cruces y dudas entre Noruega y Pfizer por las 33 muertes

En tanto, el Instituto Noruego de Salud Pública señaló que "para aquellos con la fragilidad más severa, incluso los efectos secundarios relativamente leves de la vacuna pueden tener graves consecuencias. Para aquellos que tienen un período de vida restante muy corto, el beneficio de la vacuna puede ser marginal o irrelevante".

¿Pero qué pasó en las últimas horas? Desde el seno del gobierno noruego, el discurso cambió radicalmente. Desde el país nórdico, ahora afirman que "no hay un relación probada entre la vacuna estadounidense-alemana contra el coronavirus Pfizer/BioNTech y la muerte de personas que la utilizaron", aunque recomendó realizar una evaluación médica a los ancianos y personas frágiles antes de inocularlos.

Desde el laboratorio expresaron "que trabajan junto a la agencia de medicamentos noruega para recoger toda la información relevante". Sobre quienes son inoculados, la empresa afirmó que "la mayoría de ellos son muy ancianos, con enfermedades que en algunos casos tienen carácter terminal".

La directora de salud pública, Camilla Stoltenberg, en conferencia de prensa, declaró que "en lo que respecta a las causas de las muertes no hubo análisis. Pero, lo más importante es recordar que 45 personas mueren cotidianamente en las residencias de ancianos de Noruega y, por lo tanto, no se ha establecido que haya un exceso de mortalidad ni que el mismo esté relacionado con las vacunas", agregó.

"No es imposible que parte de las personas a las que se les propone la vacuna estén tan frágiles y que no valga la pena inocularlas, dado que potencialmente pueden ver deteriorada su situación a causa de efectos secundarios normales", añadió Stoltenberg.

Luego manifestó su inquietud al afirmar que los efectos secundarios habituales de las vacunas de ARN mensajero (que buscan provocar una reacción inmune), como fiebre y náuseas, podrían "haber coadyuvado en un desenlace fatal en algunos enfermos frágiles" en el país.

De acuerdo al último balance disponible, en Noruega fueron vacunadas más de 48.000 personas, sobre una población total de 5,4 millones de habitantes.



Dejá tu comentario