Por Daniel Castelo
¿La derecha se modera? El adiós a Macri y la caída de Patricia Bullrich
Juntos por el Cambo parece haber decidido el cierre de la etapa macrista y le abre la puerta al liderazgo de Horacio Rodríguez Larreta. La UCR busca resucitar con Facundo Manes.
03 de julio de 2021 - 13:05
"Preparate para la guerra", le había dicho Mauricio Macri a Patricia Bullrich cuando su exministra de Seguridad y presidenta de Juntos por el Cambio se decidió a pelearle el territorio a Horacio Rodríguez Larreta con el fin de encabezar las boletas del partido en las elecciones legislativas (y, de paso, plantarle bandera al intendente, enemigo interno del expresidente).
Pero todo le salió mal al tándem que parecía llevar al principal espacio opositor al camino de la ultraderechización del discurso y los hechos (el trailer de esa película fueron las marchas anticuarentena y las bolsas mortuorias en Plaza de Mayo, con Bullrich dando su bendición en privado y en público). El triunfo de la autoproclamada "ala moderada" de JxC quedó claro este viernes, cuando se dio a conocer que la exministra se bajaba de su aspiración electoral porteña y allanaba el camino a la retornada María Eugenia Vidal, quien ya no se muestra "orgullosamente bonaerense".
La caída de Patricia Bullrich (dada a conocer primero como off the record y luego con declaraciones aisladas de las terceras líneas) fue quizá el cierre definitivo de la etapa macrista de JxC. Parece ser el momento de los que gestionan y ahí es donde Rodríguez Larreta asoma como el gran ganador de la disputa: el derrumbe de su enemiga más directa permite que María Eugenia Vidal encabece la la boleta partidaria en la Ciudad en las elecciones legislativas de noviembre y que el vicejefe de gobierno, Diego Santilli, pegue el salto a Provincia de Buenos Aires para, entre otras cosas, marcarle la cancha a Jorge Macri, que sueña con la gobernación y es otro de los derrotados de esta semana en la oposición.
"No es momento de hablar de candidaturas", siguen repitiendo como un mantra en el PRO aunque en la trastienda la pelea es feroz. Otros de los caídos en desgracia en este marco son los virulentos Fernando Iglesias (cuyo mandato vence el 10 de diciembre) y Waldo Wolff, además de otras figuras menores como Florencia Arieto o El Dipy, que guardaban la fantasía de alguna candidatura extravagante de la mano de la responsable política de la desaparición y muerte de Santiago Maldonado.
En tanto, en la vereda de la UCR juegan con otras expectativas y el nuevo escenario de Juntos por el Cambio les permite soñar con recobrar algo del protagonismo que Macri se ocupó de pulverizar desde el día en que ganó la elección y hasta hoy. La candidatura de Facundo Manes, confirmada luego de que se divulgara la derrota de Bullrich, posiciona al partido en la provincia de Buenos Aires, donde el científico aspira a lidera la boleta de diputados o senadores nacionales por ese distrito. De lograrlo sería una victoria para el radicalismo, que hace años funciona como furgón de cola de una alianza a la que fueron invitados solo para aportar votos.
Este viernes, en medio de la debacle, Patricia Bullrich afirmó en redes sociales (una de sus zonas de confort) como única declaración al respecto, que no renuncia "a acompañar a cada argentino para que cumpla sus sueños". Por el momento deberá conformarse con seguir oficiando de socia del club de fans de Pfizer, además de recorrer el interior para sumar aliados con miras al 2023, año en quizá vuelva a chocar con quien esta semana le cantó jaque mate.
Vidal en CABA y Santilli en Provincia son entonces las fichas de Rodríguez Larreta, que más allá de haber consolidado su reinado porteño necesita una victoria amplia de la exgobernadora en la Ciudad y una performance al menos decente de su alfil bonaerense para allanar el camino interno a su candidatura presidencial de 2023, objetivo máximo de su carrera política. El resto es hojarasca de un partido político que, por ahora, parece apostar a la centro derecha moderada en lugar del grito fanático de las opciones ultra.