“La paz no se regala, la paz se construye. Lo mismo sucede con la democracia. Y para lograr la paz hay que ser rebelde frente a las injusticias, frente a la miseria, frente al hambre. Una democracia significa derecho e igualdad para todos y todas, no para algunos que se creen los privilegiados", enfatizó Adolfo Pérez Esquivel al recibir un reconocimiento por su lucha permanente por los Derechos Humanos.
El argentino, quien celebraba el 43 aniversario del día que recibió el Nobel de la Paz, sostuvo entonces que "para todos, para los hermanos indígenas, para los campesinos, para los hombres y mujeres, para los niños. Yo no pertenezco a ningún partido político. Pero sí tengo mis ideas y defiendo aquello que es vivir con dignidad. Dentro de pocos días vamos a votar. ¿Qué vamos a votar? Tenemos que votar políticas claras y al servicios del pueblo. No aquellas que nos quitan la educación pública y gratuita que tenemos".
"Hay que mejorar la salud pública, apoyar los medicamentos genéricos. Hay que salvar el Conicet que no es un gasto, es una inversión. Argentina no es una isla, es parte del continente latinoamericano. Y en este continente tenemos que construir juntos y juntas. Por favor, no voten a sus verdugos”, dijo Pérez Esquivel.
Estas palabras antecedieron el Concierto por la Paz que se realizó este viernes en el Centro Cultural Kirchner, del cual participó la murga uruguaya Agarrate Catalina y para el cual estaba prevista la presentación también de León Gieco quién tuvo una afección de garganta y oído que le imposibilitó concurrir al evento.
“El Ministerio de Cultura distingue a Adolfo por su vida, por su ejemplo y por la defensa constante de la paz y los derechos humanos aquí, en Argentina, y en todo el mundo”, dijo el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, quien encabezó el acto e introdujo al concierto.
“Un 13 de octubre de 1980, en los tiempos atroces de la dictadura, le otorgaban a Adolfo Pérez Esquivel el Premio Nobel de la Paz. En esa noche oscura que fue el golpe de Estado cívico militar, tuvimos momentos luminosos como las madres y abuelas de Plaza de Mayo, Teatro Abierto”, enumeró Bauer y rescató también la enorme labor de Adolfo Pérez Esquivel.
“En nombre de todos aquellos que queremos la paz les voy a pedir hacer un minuto de silencio por los niños del mundo. Por los de Israel y Palestina, por los de Ucrania y Rusia, por los niños que están desesperados y quieren salir de su tierra para encontrar una vida justa y no les alcanza porque se la arrebataron. En memoria de todos ellos, les pido que hagamos un minuto de silencio”, invitó el Premio Nobel de la Paz argentino y no se escuchó ningún sonido en todo el auditorio durante 60 segundos.
Por su parte, el director de Agarrate Catalina, Yamandú Cardoso, señaló: “Es una emoción celebrar los 40 años de democracia ininterrumpida en Argentina y los 43 años de la entrega del Premio Nobel de la Paz para Adolfo Pérez Esquivel por su vida y su trayectoria. Es un orgullo que comparte toda la banda”.
En una noche de muchas emociones, un punto alto fue la actuación de Juan Carlos Baglietto como invitado especial que cantó a capella la canción de León Gieco Cinco siglos igual, acompañado por Agarrate Catalina.
Entre el público presente se encontraban Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Esteban Bayer; Sergio Maldonado, hermano de Santiago; la investigadora Dora Barrancos; el músico Piero; el dirigente Juan Grabois; y el subsecretario de Gestión de Espacios y Proyectos Especiales, Martín Bonavetti.
