MUNDO | ESCAPE | feminista | PUSSY RIOT | Putin | Rusia

Como en una película: la líder de Pussy Riot se disfrazó para escapar

Vestida de verde, como si fuera una persona que reparte delivery, la cantante logró irse de Rusia. Estaba cumpliendo con una prisión domiciliaria como castigo por su militancia en contra de Putin.

Pudo estar guionado por cualquier director de cine: perseguida por el gobierno por su militancia feminista, la cantante de una banda reconocida internacionalmente se pone ropa de repartidor de delivery para engañar los controles y escapar de la persecusión.

Pero no fue el comienzo (o final) de una película sino que ocurrió realmente: la líder de Pussy Riot, una banda de vanguardia que milita contra el presidente ruso Vladimir Putin por su homoodio y falta de perspectiva de género, logró salir de Rusia sin pasaporte, rompiendo con el arresto domiciliario por su resistencia y lo hizo vestida como una repartidora de comida y sin teléfono celular.

El diario estadounidense The New York Times publicó un extenso informe, que fue replicado por otros medios, en el que señaló que Aliójina se disfrazó de una trabajadora de reparto para eludir a la policía de Moscú que vigilaba la casa de la amiga en la que se alojaba. Según reconstruyó el medio, allí la cantante dejó su teléfono para evitar ser rastreada y llegó a la frontera con Bielorrusia llevada por un amigo.

El Kremlin la incluyó a fines de abril en su lista de personas buscadas y con pedido de captura, tras haber sido condenada a prisión por ignorar las restricciones impuestas por la pandemia de Covid, al organizar una protesta a favor del opositor Alexei Navalny, y por violar los términos de su arresto domiciliario al quitarse la tobillera electrónica.

“Creo que Rusia ya no tiene derecho a existir”, dijo Aliójina a una redactora del New York Times con quien estuvo en la ciudad de Vilnius, en Lituania, donde la cantante llegó luego de una semana.

“Incluso antes, había preguntas sobre cómo está unida, por qué valores está unida y hacia dónde va. Pero ahora ya no creo que eso sea una cuestión”, contó la artista, rodeada de otros miembros del grupo, que devino en un colectivo activista.

Aliójina estimó que el hecho de que pudiera salir de Rusia y Bielorrusia es un reflejo de la caótica aplicación de la ley rusa. “Desde aquí parece un gran demonio, pero está muy desorganizado si lo miras desde dentro. La mano derecha no sabe lo que hace la izquierda”, dijo, y advirtió que espera volver a Rusia, pero no dio precisiones.

Nacida en 1988, Aliójina fue condenada en 2012 a dos años de prisión por vandalismo tras protagonizar, junto a otras integrantes de Pussy Riot, la “oración punk” en la catedral ortodoxa de Cristo Salvador de Moscú, un espectáculo de protesta en el que cantaron “Madre de Dios, echa a Putin”.

Unos meses después y antes de que se cumpliera la condena, Aliójina y su compañera Nadezhda Tolokónnikova fueron amnistiadas por el Gobierno, pero desde entonces la integrante de Pussy Riot fue detenida varias veces.



Dejá tu comentario