Colombia es un hervidero que no estalló de la noche a la mañana por un tarifazo, sino que fue provocado por las sucesivas medidas de ultracapitalismo y neoliberalismo a ultranza en contra de la gran mayoría de la población, mediante un sistema que perdura inalterable -hasta ahora- durante los últimos 70 años; entre los cuales, los gobiernos fueron pasando de la derecha, a la ultraderecha, a los conservadores, en un loop apuntalado -sin solución de continuidad- por las políticas internacionales de Estados Unidos, que considera al país cafetero como un centro estratégico fundamental para desplegar su dominio imperial en la región, a fuerza de represión institucional y blindaje conservadurista, a través de los organismos regionales y planetarios, como la OEA, Organización de los Estados Americanos, y su polémico secretario general, Luis Almagro.
El Comité Nacional de Paro encabeza este miércoles una nueva jornada de protestas en distintas ciudades, por décimo quinto día consecutivo, contra el Gobierno conservador de Iván Duque y la represión de las fuerzas de seguridad que causaron más de 40 muertes desde el inicio del estallido social.
Según informó Télam, varias ciudades colombianas amanecieron con nuevas marchas masivas para exigir garantías al ejercicio legítimo a manifestarse y la desmilitarización impulsada por Duque.
Entre otros reclamos, piden también la condena a los excesos de la fuerza pública, que ya mató a 42 colombianos, la renta básica de un salario mínimo para los afectados por la pandemia y el hundimiento total del proyecto de ley de la salud que tiene como objetivo esencial la privatización del sistema, según sus críticos que exigen una reforma estructural.
Bogotá completó hoy la segunda semana de manifestaciones pacíficas y bloqueos que durante los últimos días tomaron la ciudad, por lo que para hoy se presentaron nuevos puntos de concentración. Desde la mañana, la Secretaría de Movilidad de la capital colombiana contabilizaba ocho movilizaciones activas, informó el diario El Tiempo.
A primera hora de la mañana, la Policía reportaba ya 85 actividades en desarrollo y prevé para hoy un total de 514 en Bogotá y 221 en municipios de 25 departamentos.
Cali, donde ayer estuvo Duque, será otra vez epicentro de las protestas y es una de la ciudades más golpeadas por la represión de las fuerzas de seguridad desde que el 1 de mayo el presidente decidiera militarizar las urbes con mayor actividad de manifestaciones.
En tanto, en Medellín artistas preparaban la performance "El arte resiste" en alusión a los pueblos del país, en una concentración que se realiza en el Parque de Los Deseos de la capital antioqueña.
De cara a esta nueva jornada de protestas, la Personería de Medellín instaló en el Parque de las Luces un puesto de recepción de denuncias o quejas de vulneraciones de derechos, dada la desproporción de violencia policial que se registró durante los días anteriores.
En Pereira, donde la semana pasada un grupo de hombres aún no identificados disparó ocho balazos a Lucas Villa, el joven estudiante que finalmente falleció ayer, cientos de personas se manifestaban desde temprano de forma pacífica, con carteles y demostraciones artísticas.
También desde primeras horas de la mañana arrancaron las manifestaciones pacíficas en el departamento de Arauca. A 15 días del inicio del estallido social, persisten los cuestionamientos sobre la estrategia del Gobierno a la hora de transmitir mensajes de calma.
Pese al anuncio de que los estudiantes de educación superior pública de determinados estratos tendrán matrícula gratuita en el segundo semestre de 2021, el malestar se mantiene en varios sectores, ya que no se escuchan palabras contundentes por parte del Gobierno condenando la violencia policial.
Dos días después de solicitar el retiro de la reforma tributaria, el 2 de mayo, Duque instaló la mesa de diálogo nacional para escuchar a los políticos, los gremios y la sociedad civil.
Distintas voces desde el Congreso y el mismo Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) cuestionaron la forma en que se daba ese llamado a concertar, tras la decisión de Duque de militarizar las ciudades con más manifestaciones.
