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Ricardo Tapia de La Mississippi: “El día que no nos divirtamos no tocamos más”

Desde su nueva vida en Bragado el músico habló con Infonews sobre las 100 Trastiendas de la banda, las canciones nuevas, su fuga de la gran ciudad, la cultura de la cancelación, el feminismo y las vacunas.

Ricardo Tapia en el estudio en 2021
Ricardo Tapia en el estudio en 2021

Ricardo Tapia es un laburante del blues y su estilo al componer, sus intereses como artista, como tipo sensible y la forma en que relata su recorrido de más de 30 años como frontman de La Mississippi así lo confirman.

Hace no mucho el músico se fue a vivir al campo, más exactamente a Bragado, a unos 200 km de la Ciudad de Buenos Aires, donde nació y vivió durante las últimas décadas.

“La ciudad me hizo todo el daño que me tenía que hacer”, dispara sobre su adiós a las luces de la gran ciudad, la cual, dice, le dio “lo bueno y lo malo”.

“Me gusta ir a visitarla pero como se visita a una ex que fue buena pero en un momento te hizo mal. Me gusta lo que propone pero le pongo un límite porque me gusta el entorno, vivo mucho el entorno y cuando se pone raro uno prefiere correrse”, completa, categórico.

Sin embargo, más allá de su extensa relación con la Capital Federal, el pueblo de la infancia del cantante es Florencio Varela, donde se fue a vivir con su madre y su padre cuando era muy chico. Toda una ruta de camino al centro y luego huída a la tranquilidad.

Infonews: —Hiciste un camino que tiene alguna relación con el camino del músico de blues. Del pueblo a la gran ciudad y de ahí al campo a reconectar con lo básico.

Ricardo Tapia: —Es el viejo camino del héroe (risas). Cuando yo era chico Florencio Varela era como esto (en referencia al Bragado de hoy). Después Florencio Varela explotó en el conurbano como una ciudad dormitorio en los ´80s. En los ´60s y ´70s era un pueblo hermoso, chiquito, donde yo iba al club a jugar al voley, a jugar al tenis y volvía a la noche y estaba todo bien. Después eso cambió, explotó todo el conurbano y se sobrepobló. Ya no es lo mismo. Y vivir en Bragado me recuerda mucho a mi infancia, al pozo de agua...

In: —¿Qué encontraste en el día a día en cuanto al contraste campo-ciudad?

RT: —Energía. La tranquilidad te da energía, me da energía para componer. Yo pinto además, hice una muestra acá, porque es lo que estudié, Bellas Artes. Así que volví a pintar y ahora estoy armando una muestra para Venado Tuerto.

In: —Y mirar por la ventana y ver el sol sin edificios tapándolo.

RT: —¡Sí! Y pasarla bien con los vecinos. Acá el concepto de vecino es el concepto de ayudarse. Está buenísimo. Tengo a mi suegra acá también, mi mujer es de acá, de Bragado.

La Mississippi (gentileza prensa)
La Mississippi (gentileza prensa)

A esta altura de los 33 años que lleva La Mississippi en la ruta del rock argentino, Tapia tiene muy en claro cuáles son las canciones de la banda con más inserción popular. Y también cuál es la que (al menos ahora) más le gusta a él.

“Por suerte tenemos muchas canciones que la gente recuerda porque se identifica. Café Madrid, Por fin te fuiste Mabel, San Cayetano, Un trago para ver mejor… todos esos temas clave son temas que a la gente le recuerda muchas cosas. Una vez me invitaron a un casamiento de un flaco donde me pidieron una canción que se llama ´Ella´ (del disco Palacio de Pulgas, de 1999) para la entrada del novio y la novia.. Cada uno tiene un imaginario en tantos años... A mi me gusta ´Un poco más´ (de Mbugi, 1992), que es un blues clásico.

En la mutación está la diversión

“Somos tipos bastante mutantes, no nos damos por sentado”, dice en la entrevista con Infonews sobre cómo fueron madurando las canciones con el paso del tiempo. Y como ellos también lo hicieron.

“Darse por sentado es un envejecimiento horrible, como creer que lo que hacés es perfecto todo el tiempo, una tontería. El tiempo pasa y cambian las cosas, entonces uno tiene que mutar también. Nosotros tratamos de hacer mutar las canciones, las pasamos a formatos acústicos, o de quinteto. Ahora no tenemos vientos, somos más Chicago, más eléctricos, eso también nos simplificó. Con los años uno se va simplificando, con la ropa, con la comida y con la música. Sos un poco más elegante cuando sos más grande”, dispara.

“Nos gusta divertirnos con lo que hacemos. El día que no nos divirtamos no tocamos más, el único punto que tenemos claro es ese. El humor es muy importante para nosotros”, define y se remonta a una gira que la banda llevó adelante por Europa. “Un día estábamos en Bilbao y estaba (en el mismo teatro) Les Luthiers. Yo me encontré en la prueba de sonido con uno de ellos, charlando, y me dijo una cosa que es verdad: más allá del humor que ellos generan como grupo, está el humor interno, que es importantísimo. Tiene que haberlo porque si no no hay forma de seguir adelante”.

¿Cómo se divierten los integrantes de La Mississippi más allá de salir a tocar? Cuenta Ricardo Tapia: “Nosotros somos todos gastronómicos así que lo que más hablamos es de morfi. El morfi genera música. Nos pasamos las recetas por Whatsapp, todos los días, nos pasamos las fotos de lo que estamos cocinando”, revela.

Sobre la historia del grupo, de ellos como músicos, como trabajadores de la cultura popular, Tapia se muestra agradecido a lo que vivió con la banda, a los amigos que ganó alrededor de todo el país y, en parte, ese agradecimiento se extiende a las vidas que tuvieron los músicos de la banda antes de subir a los escenarios. “No es que somos músicos que antes de tocar con una banda vivíamos con nuestros padres en un departamento. Uno ha vendido frazadas, el otro ha sido plomero, yo enseñaba inglés en primaria y además trabajaba con mi viejo en la construcción. Aprendí la obra, a tratar a la gente, el criterio. Esas cosas se aprenden y cuando aprendiste eso después lo aplicás”, señala en relación a que ellos son sus propios managers desde hace ya mucho tiempo.

In: —¿Se puede hacer blues sin esa trayectoria de vida relacionada al trabajo?

RT: —Me parece que el blues es igual que cualquier otro folklore; es como el tango, es exactamente lo mismo, está basado en la experiencia. Los folklores son experiencia hecha música. Son cuentos, historias de cómo se vive, desde una vidala hasta un tango, algún valcesito, o el blues, las canciones brasileñas, el candiombe… El otro día estábamos componiendo con un amigo, él toca muy bien blues africano, estuvo en Sudáfrica. Me mandó una base y el estilo es candombe, entonces le puse una letra e hicimos un candombe. Ahí te das cuenta la cantidad de hermanos que tienen las músicas. El idioma, como decía B.B. King, es nada más que circunstancias: dónde nacés, el lugar, el momento.

Pappo, Haroldo Conti y el oficio de escribir

Sobre la narrativa pop (o blues), sobre el arte de escribir letras de canciones, el músico apunta: “Escribir es escuchar, como decía Haroldo Conti. Hay que escuchar, mirar, ver y ver detalles de la vida. No hay nada más maravilloso que la vida diaria, lo que la realidad te da, que tiene giros en las historias que son inimaginables”.

In: —Por algo también te dedicás a la plástica...

RT: —A mirar, claro, a mirar. Ahora estoy terminando un libro que ojalá lo edite este año, sobre La Mississippi; se llama “Incidentes en la ruta” y tiene historias que se pueden leer separadas, son detalles de cosas, de cosas que nos pasaron en diferentes lugares y algunos cuentos cortitos que escribí en gira. Uno mira los colores, mira las cosas, la gente. Está bueno poder tomarte el tiempo para describir en palabras lo que estás mirando. A veces una palabra simple resume todo.

“Pappo escribía buenas letras sin darse cuenta que hacía buenas letras”, define sobre Norberto Napolitano, padre del blues argentino junto a Manal. “Tenía un humor que lo hacía escribir letras simples, muy simplificadas, muy sucintas, pero que expresaban muy bien lo que quería explicar. Por ejemplo en ´Longchamps Boogie´ (de Blues Local, 1993) dice ´los hombres crearon dioses y también la gran ciudad´, que es una frase genial, porque el tipo ya establece que Dios no existe.

Y agrega: “Una vez le dije a Pappo sobre su canción ´Con Elvira es otra cosa´ (Pappo´s Blues Vol. 4, 1972) que dice ´quiero que me cosas un botón, que me seques el pelo con un viejo pantalón´… le dije ´esto a vos te pasó, porque sino a nadie se le ocurre una frase así´. Es una observación de algo que le pasó, de cosas de pareja, de estar un domingo y te lava el pelo tu pareja y te seca con el pantalón porque no encontró la toalla. Eso es poesía puesta en imagen”.

In: —¿Cuando te sentás a escribir una letra te influye estar atravesando la era de la cancelación?

RT: —Te influye… ha creado un malestar muy grande todo esto. Nos quedamos muy cortos en la solidaridad y nos volvimos bastante más agresivos con este tema del covid.

Ricardo Tapia lleva el foco del auge de la cancelación de artistas y referentes al escenario de la pandemia del coronavirus, esa que todo lo atraviesa y se cuela en cualquier conversación con apuntes del contexto. En relación a ese marco pandémico el músico es concluyente:

“La gente juzga mucho al otro, hay toda una intención de juzgar si se vacunó, si no se vacunó… Encontrás gente en los medios de comunicación que da vergüenza las cosas que dicen, como que hay que agarrar a la fuerza a la gente (para vacunarla)… Son estúpidos de verdad. Lo más triste es que no nos hicimos más solidarios con esto, nos volvimos más prejuiciosos… todas las sociedades, en todo el mundo. Hay una paranoia muy grande con esto, que es una gripe fuerte que a muchos ha matado, a otros no, es un virus. Se transformó todo esto no en ´cuidate de esta forma´ sino en ´haceme caso´, que es otra cosa. Se están imponiendo aspectos que después no se van, se quedan a vivir con uno y se transforman en lo cotidiano, no está bueno eso”, asevera.

In: —¿Te vacunaste?

RT: —Estoy vacunado, más por una cuestión práctica de movilidad que de seguridad por la vacuna, la cual aplaca síntomas y nada más. Muy diferente al concepto de vacuna de la polio u otras; es un paliativo. Pero recordemos que los exitosos tratamientos iniciales con suero de personas ya inmunizadas desapareció como magia al iniciarse la explosión masiva de la carrera por las vacunas de los laboratorios .

Pese a un contexto que siente adverso en relación a los cambios sociales del último tiempo, Ricardo Tapia encuentra motivo de celebración en “la victoria que han tenido las mujeres”. Y se explaya: “Las mujeres en Argentina se han plantado delante de la sociedad machista a ponerle los puntos. Lo que han hecho es increíble y a nivel mundial. Tengo amigas en California, de movimientos feministas, y me dicen que lo que pasa en Argentina es único en el mundo”.

100 Trastiendas y disco nuevo

En los últimos meses La Mississippi lanzó cuatro nuevas canciones, las cuales serán incluidas en el próximo disco de la banda (electroacústico y con fecha prevista para mitad de año) y además serán presentadas de a una por día en los próximos conciertos (tras su reciente paso por Cosquín Rock) que llevarán a cabo en La Trastienda, uno de los locales neurálgicos de San Telmo. Una de ellas es “Galvanizado”.

“Galvanizado es un gran ´me chupa un huevo´. Una vez leía un libro de Castaneda y me encantó una frase que dice Don Juan (en Las enseñanzas de Don Juan, libro de 1968): ´A mi cuerpo le gusta todo´. Esa frase me encantó. Estoy galvanizado contra la mala leche de no puedo esto, no puedo aquello”, dice.

In: —Además usaste un verbo que creo que en el rock argentino solo usaron vos en este caso y Luis Alberto Spinetta en la canción “Camafeo”.

RT: —Como cuando Pappo hizo “No obstante lo cual”, que lo sacó de un folio de su manager que era abogado, entonces tenía un montón de papeles judiciales en una mesa y un día lee Pappo ´no obstante lo cual´. Es genial. A veces cuando pivoteás con palabras así la canción se resuelve sola.

In: —Tienen un brillo especial esas palabras, como una expresión que tampoco estaba en uso hasta la canción de ustedes, que es “Mala transa” (de Bagallo, 1995).

RT: —Como esa estrofa (de la canción) que dice “que mal la hiciste, ya se veía el final”.. Lo carcelario tiene atractivo… como “Celda gris” (de Cara y Ceca, 1997), que también es carcelaria, que tiene algo de lo carcelario real, que es muy descriptiva.

In: —¿Algún adelanto de cómo serán estos próximos conciertos en La Trastienda?

RT: —En cada uno presentamos un tema nuevo y en el primero vamos a tocar “El apagón”, que es lo que la gente sufre.

In: —La canción que escribiste cuando pasaste por un pueblo y no te diste cuenta porque había un apagón…

RT: —Sí… no se veía nada. Pero el apagón es algo que sufrimos todos, es la falta de respeto que nos tenemos. Eso es algo que me saca la cabeza de Argentina: la falta de respeto a la gente. El corte de luz y cagarte en la gente es una falta de respeto tremenda. Porque te rompés el culo para darle una vida digna a tu familia, pero las instituciones, las empresas, te pasan por encima. El ciudadano no vale nada. Hay países donde el ciudadano vale, se lo respeta. Esa cosa tenemos que adquirir.

Los shows

El 19 de febrero es la primera escala de estos festejos camino a los 100 conciertos de La Mississippi en La Trastienda. Las otras fechas ya confirmadas son: 18 de marzo, 22 de abril y 30 de abril (entradas a la venta en latrastienda.com).

“La Trastienda es nuestra casa. Empezamos cuando estaba en Palermo (funcionó en la esquina de Thames y Gorriti entre 1979 y 1984). Es nuestra casa y tenemos una relación con ellos totalmente diferente a la de otros artistas. Pasamos a través de las distintas producciones que estuvieron ahí pero somos amigos de los dueños, somos parte de la historia del lugar. Hasta tenemos un trago con el nombre nuestro, pero está hecho con Jagermeister y no me imagino lo que debe ser… debe ser una bomba de tiempo.

In: —¿Eso quiere decir que no lo probaste?

RT: —No, no, no… desde el momento en que supe que tenía Jagermeister dije que no, porque es una bebida que la tomás y te tenés que ir a dormir, es muy fuerte.

In: —Al final no le gusta todo a tu cuerpo…

RT: —¡Le gustaba! (risas). Hay cosas que ya no puede adquirir el cuerpo. Como también dice Castaneda: al cuerpo le gustan algunas ropas, no otras. El cuerpo elige lo que te vas a poner y con la comida es así. Soy bastante diurno, me gusta la noche pero hasta un punto, después me voy a dormir. El día me encanta; levantarme temprano, hacer deportes…

In: —Ver el amanecer ahora que se podría decir que lo tenés más cerca…

RT: —Si… me voy a la laguna en bicicleta, veo bajar el sol, me tomo unos mates, estoy en otro planeta… veo los lagartos, los patos, todo tipo de bichos a la mañana.



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