Rodolfo Walsh (1927-1977) fue un periodista, escritor y militante en las organizaciones guerrilleras FAP y Montoneros. Tras publicar la "Carta Abierta de un Escritor a la Junta Militar" el 24 de marzo de 1977, en el primer aniversario del golpe de Estado, fue secuestrado y fusilado en la intersección de San Juan y Entre Ríos de la Capital Federal, apenas un día más tarde. Los responsables fueron un grupo de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).
¿Por qué es una figura tan relevante en el periodismo latinoamericano?
Además de ser un revolucionario de la creación del género de novelas testimoniales, con "Operación Masacre" y "¿Quién mató a Rosendo?", fue, ante todo, defensor de sus ideas en amor por la democracia y las libertades colectivas. Sus obras dejaron como legado la valentía y la responsabilidad en decidir denunciar y desnudar el terrorismo de Estado en todas sus facetas, en un acto kamikaze a conciencia.
Hoy, "Operación Masacre", que narra una serie de asesinatos de prisioneros el 9 de junio de 1956 conocidos como los «fusilamientos de José León Suárez», cometidos durante la dictadura cívico-militar autodenominada Revolución Libertadora, figura en la bibliografía de las escuelas secundarias. Sus textos son fuente vigente de investigación y contrastación de información para el periodismo y la construcción de tesis.
Trabajadorxs de Olé abren fondo de lucha para combatir la reducción de sus sueldos
??Un día como hoy, pero hace 95 años, nacía en Choele Choel un intelectual revolucionario: Rodolfo Walsh. pic.twitter.com/St1cgH9bmd
— Canal Encuentro (@CanalEncuentro) January 9, 2023
En su carta abierta a la Junta militar, dice así:
"El 24 de marzo de 1976 derrocaron ustedes a un gobierno del que formaban parte, a cuyo desprestigio contribuyeron como ejecutores de su política represiva, y cuyo término estaba señalado por elecciones convocadas para nueve meses más tarde. En esa perspectiva lo que ustedes liquidaron no fue el mandato transitorio de Isabel Martínez sino la posibilidad de un proceso democrático donde el pueblo remediara males que ustedes continuaron y agravaron", escribe Walsh, exponiendo el auténtico objetivo de las dictaduras militares.
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En el documento, al que se puede acceder libremente por acá, el autor da nombres y números; detalla crímenes; denuncia la economía reducida a miserias, siempre desfavorable ante el pueblo trabajador.
"Basta andar unas horas por el Gran Buenos Aires para comprobar la rapidez con que semejante política la convirtió en una villa miseria de diez millones de habitantes", evidencia Walsh. A este punto ya no le importaban las consecuencias, supo qué le deparaba y nada lo detuvo. El compromiso político lo impulsó a firmar su sentencia.
Trabajadorxs del Diario Popular denuncian despidos injustificados y salarios en cuotas
"Congelando salarios a culatazos mientras los precios suben en las puntas de las bayonetas, aboliendo toda forma de reclamación colectiva, prohibiendo asambleas y comisiones internas, alargando horarios, elevando la desocupación al récord del 9% prometiendo aumentarla con 300.000 nuevos despidos, han retrotraído las relaciones de producción a los comienzos de la era industrial, y cuando los Trabajadores han querido protestar los han calificado de subversivos, secuestrando cuerpos enteros de delegados que en algunos casos aparecieron muertos, y en otros no aparecieron".
El año 1976 fue un período de transformaciones y tormentos en la vida de Walsh: pasó a la clandestinidad, en lugar de exiliarse, y sufrió dos grandes pérdidas: la de su hija Victoria, quien murió en combate como oficiala 2° de Montoneros, y el de su amigo Paco Urondo, poeta y guerrillero, que fue fusilado por policías.
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