Una de las principales críticas que deberá enfrentar Diego Santilli en esta campaña es su falta de pertenencia al distrito que pretende representar: la provincia de Buenos Aires. No es para menos: nacido en el barrio porteño de Palermo y con muchos años como funcionario en CABA, le resultará difícil instalarse como un bonaerense más.
Y con el comienzo del rodaje televisivo, ya encontró su primer problema. De visita en TN, canal amigo, el "Colo" fue desafiado por las conductoras a responder donde quedaba el pueblo La Dulce, si en el partido de Necochea o en el de Lobería.
Después de dar varias vueltas para eludir la respuesta, Santilli arriesgó Lobería, con evidentes intenciones de tirarse un lance a adivinar. Pero falló, porque la opción correcta era Necochea. Las periodistas estuvieron indulgentes, pero no hubo manera de disimular que no tenía idea.
Es un episodio menor, casi anecdótico, pero que encierra el gran problema que tendrá por delante en estos meses el primer candidato del macrismo mainstream en la Provincia: se le pasará factura cada vez que quede en evidencia que es un candidato trasplantado, ajeno a los bonaerenses.
