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Unas 2.500 personas se reunieron en la Cordillera para recordar la primera arenga de Silo

También hubo encuentros en otros 5 lugares de Argentina y 50 en el mundo para recordar a la primera conferencia del predicador argentino que sentó las bases del humanismo universalista.

Unas 2.500 personas se reunieron en Punta de Vacas. Foto: Iv?n Novotny.
Unas 2.500 personas se reunieron en Punta de Vacas. Foto: Iv?n Novotny.

Corría la dictadura liderada por Juan Carlos Onganía y a Mario Luis Rodríguez Cobos, que más tarde fue conocido en todo el mundo como Silo, no le dejaban hacer reuniones en las ciudades: "si quiere hablar, vaya a hablarle a las piedras", le espetó un militar. El hombre tomó su bolso y organizó una conferencia en Punta de Vacas, en plena Cordillera de Los Andes, cerca del límite con Chile. Pero no se dirigió a las rocas: el 4 de mayo de 1969 asistieron unas 200 personas para escucharlo. Cincuenta años más tarde, miles de personas se reunieron en 50 sitios del mundo, 2.500 de ellas en Punta de Vacas, para recordar aquella primera reunión.

"Decía cosas que no iban a gustar mucho (al gobierno de Onganía) porque él hablaba de no violencia, pero también hablaba de la violencia interna", rememoró una seguidora del mensaje de Silo, Norma Coronel.

El acto central de este sábado se llevó a cabo en un parque de estudio y reflexión que hoy pertenece a los seguidores de la palabra de Silo, donde acudieron personas de diferentes países. Otras 300 o 400 se reunieron en La Reja, en el oeste del Gran Buenos Aires, donde existe otro parque. Allí se montó una pantalla en donde se transmitieron, en vivo, eventos que sucedieron al mismo tiempo en 50 lugares del mundo.

La sala de meditaci?n de La Reja estuvo colmada de personas. Foto: Carla Scorpino.
La sala de meditaci?n de La Reja estuvo colmada de personas. Foto: Carla Scorpino.

"Estabas al lado de él y sacaba lo mejor de vos", recordó Andrés Pellegrini, quien lo conoció a los 17 años. "Algo tenía el tipo este, fuera de lo común", agregó Coronel.

Quienes difundían el mensaje de Silo fueron perseguidos y detenidos en numerosas oportunidades, fruto del clima que se vivió en el país hasta mediados de la década del 80. Sin embargo, el mensaje que transmitían era bastante simple. Tan simple que se consideraba sospechosa: "a ti, hermano mío, arrojo esta esperanza, esta esperanza de alegría, esta esperanza de amor para que eleves tu corazón y eleves tu espíritu, y para que no olvides elevar tu cuerpo", fueron las palabras con las que concluyó aquella primera arenga en 1969, cuando tenía solo 31 años.

Parte de la arenga de Silo en Chowpatty, India, frente a miles de personas.

"La violencia en el hombre no queda solamente como enfermedad en su conciencia, sino que actúa sobre el mundo de los otros hombres. No creas que hablo de violencia refiriéndome solamente al hecho armado de la guerra. Hay violencia física, hay una violencia económica. Hay además una violencia racial. Hay una violencia religiosa. Hay otras formas de violencia, que son las formas impuestas por la moral filistea: ¿tú quieres imponer una forma de vida a otros? ¿Quién te ha dicho que puedes imponer una forma de vida?", insistía el que sus seguidores llamaban, simplemente, "el negro".

Silo no se limitó al mensaje espiritual, sino que también se abocó a lo social. Así nacieron grupos de trabajo en los barrios y un movimiento político: el Partido Humanista, que hoy persiste aunque con menos impulso que en las décadas del 80 y 90.

Una imagen de la arenga de Silo en 1969. Foto: agencia Pressenza.
Una imagen de la arenga de Silo en 1969. Foto: agencia Pressenza.

Ya en 1971, Silo planteó la "revolución triple": social, cultural y psicológica, que profundizaba incluso la denominada revolución social y cultural de Mao Tse-tung.

Durante el exilio en la última dictadura militar, Silo recorrió el mundo y contrajo numerosos seguidores. En la India, más de diez mil personas acudieron a escuchar su mensaje, tocarlo y abrazarlo.

Para la catalana Esperanza Fernández, participar del aniversario en Mendoza "es muy significativo, es una gran celebración". Solo de Barcelona, arribaron unas 20 personas. Y otras 60 del resto de España: "es muy entrañable venir porque encontramos muchos amigos de diferentes continentes", describió emocionada.  



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