Mujeres en el tango: fuertes, como siempre, protagonistas, como nunca

El padre de Paquita Bernardo no la dejaba seguir su pasión de tocar el bandoneón porque, entre otras cosas, para hacerlo tenía que abrirse de piernas. Paquita nació en 1900 y murió a sus 25 años pero logró cumplir con su objetivo y se puede decir que fue la primera mujer en tocar el fueye pero también unas de las primeras en componer.

La voz Rosita Quiroga es inolvidable pero poco se conoce de su obra como compositora. Azucena Maizani, Mercedes Simone, las gigantes Tita Merello o Libertad Lamarque también son parte de la historia que no podemos olvidar.

Chabuca Granda, destacada letrista, fue víctima de los tiempos que corrían un siglo atrás y perdió la tenencia de sus hijes porque para la Justicia una mujer no podía dedicarse a cantar valses y milongas.

Pero los tiempos cambiaron y no fue casualidad sino el resultado de una lucha que ofrecieron los feminismos. La marea permitió que el aborto legal sea aprobado pero también avanzaron con la adopción del lenguaje inclusivo, visibilizaron distintos tipos de violencias contra las mujeres y permitieron que, a los codazos, se consiguiera el cupo femenino en los escenarios de la Argentina.

Las mujeres músicas ahora pueden reclamar con más fuerza sus derechos y denunciar las injusticias arriba y abajo del escenario. El sacudón permitió que se replanteara la forma de producir recitales y festivales: si en una misma jornada tocan más de dos bandas la tercera, sí o sí, tiene que ser de mujeres. Eso es el cupo y lo tienen que respetar en toda la industria musical. Y el tango está en ese gran momento, también.

Acqua, Club del disco y Ultrapop son algunos de los sellos independientes que están editando al denominado “tango nuevo” y si bien siempre hay una constante reedición de clásicos de Piazzolla o sonidos que se abran al legado del maestro Osvaldo Pugliese, la industria termina premiando, además, a las mujeres que se arriesgan y ponen en sus obras contenido políticos y sociales que se hacen fuertes en estos tiempos de transformación.

“Hace solo cinco años era imposible que un tango contara una historia tan fuerte, sobre un femicidio, que estuviera nominado y que encima ganara”, planteó Patricia Malanca (Télam 2022) cuando recibió uno de los Premios Gardel por su quinto álbum (“Traerán ríos de tango las páginas de un libro”) en el que encontramos 11 temas en el que propone un diálogo con escritoras. Parecía imposible, claro. Pero -parafraseando una canción que interpretó Mercedes Sosa- diremos que “si todo cambia… que el tango y la industria cambien no es extraño”.

 

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Con un sonido potente y conmovedor, La Rantifusa propone un espectáculo rico en contrastes y personajes escénicos que
conducen al espectador a través de pasajes humorísticos, dramáticos, tiernos y reflexivos.

La cita con esta orquesta típica (no tan típica, por su toque particular) es el viernes 14 de octubre a las 20:30 en Rondeman Abasto (Lavalle 3177, CABA). Las anticipadas se consiguen en Tu Entrada y podés elegir la mesa desde dónde verlas.

¿Qué veremos? En el espectáculo conviven los tangos del siglo XX y XXI con la cumbia, el folclore y el rock. Las poéticas del tango de comienzos del siglo pasado, son retomadas con perspectiva de género e intervenidas desde lo escénico, el movimiento, el humor y la ironía. Tangos tradicionales mutan en criaturas actuales, hijas de este tiempo. 

 

 

 

Mora Godoy es la única mujer al frente de una compañía de Tango en los roles de bailarina, coreógrafa, directora. Es una de las artistas más prestigiosas de la Argentina y estará celebrando sus 20 años de trayectoria con un espectáculo especial.

Serán 8 funciones que se inaugurarán el viernes 28 de octubre. La cita es a las 20:30 en el Teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125, CABA) y llega de la mano de la productora Diwan's. 

Mora renovó el género con un estilo único, deslumbrante. Combina técnicas del tango originario con las del ballet clásico; incluye la destreza, la velocidad de los pasos y la fusión de diferentes estéticas de la danza. Podemos decir, sin riesgos a equivocarnos, que es la generadora de una renovación del género sin desvirtuar sus bases primigenias.

 

Camila Arriva es licenciada en canto y diplomada en Tango de la Universidad Nacional de las Artes. Vivió en Europa durante unos años y ahora, a su regreso, se presenta “Mujeres”, un proyecto abordado con perspectiva de género que tiene por objetivo darle protagonismo a quienes durante mucho tiempo parecían ser invisibles. Pero Camila no afronta este desafío sola. Lo hace en formato quinteto junto a Amalia Escobar (piano), Mónica Toledo (contrabajo), Amanda Burgos (violín), Roberta Maegli (bandoneón).

“Mujeres” tuvo un primer lanzamiento y ahora es el turno de su segunda parte: en noviembre llega su nuevo disco con obras de ayer y hoy. La presentación en vivo se realizará el miércoles 23 de noviembre en Bebop. El repertorio consta tangos, valses y milongas, compuestos, reversionados, interpretados y grabados por mujeres, que van de principios del siglo XX hasta nuestros días y fueron arreglados con un sonido actual y con un estilo que invita al baile. Parte de las obras ponen el foco en grandes tópicos del feminismo: el femicidio, el acoso callejero y el empoderamiento femenino.

El objetivo es poner en valor la labor femenina de los dos siglos de historia del género en un momento de ruptura con el patriarcado tanguero. En boca de Camila: “La intención fue formar un equipo de trabajo con músicas que respondan a la urgencia de un tango nuevo comprometido con los cambios que nos atraviesan como sociedad. Queremos seguir empoderando a las mujeres y disidencias sexuales y de género en las pistas de todas las milongas, que cada vez haya más tandas con composiciones y voces femeninas, más cambios de roles, más djs mujeres y disidentes, más música en vivo con bandas del colectivo, es decir más espacio y visibilidad para nosotras, para nosotrxs, para todxs”.