El desamparo de las personas sin techo es una realidad sobre todo en las grandes urbes. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) con su déficit habitacional y su cada vez más creciente especulación inmobiliaria, deja afuera a la población siempre vulnerabilizada. Si bien se trata de una problemática social a la intemperie, siempre se dice que es "invisibilizada". El caso del secuestro de la pequeña M. en el barrio Cildáñez llenó de debates la tele y de páginas los diarios, pero la agenda mediática hegemónica cambia su foco rápidamente, saca la luz y vuelve a dejar en la oscuridad a quienes más derechos violados tienen.
El femicidio de Violeta, una mujer mayor en situación de calle que ranchaba en el barrio de Palermo, pasó desapercibido por la grilla informativa de los grandes medios. La organización Amigos en el Camino, que acompaña a este sector de la población, denunció en los últimos días su asesinato en la vía pública, paradójicamente, frente a un salón de eventos del cual es propietaria Bárbara Diez, ex esposa del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
La mujer era una persona mayor, tenía padecimientos de salud mental y estaba acompañada por sus gatas. "Ella vivía en Agüero y Las Heras y era conocida y muy querida en el barrio (...) Tenía una casa rodante blanca con su nombre pintado y que se le quemó aproximadamente un mes antes de que se decretara el Aislamiento Obligatorio en el 2020", contó en un posteo la agrupación.
Preocupación por "la vuelta" de una violenta UCEP a los barrios porteños
Desde ese momento, Viole - como la llamaban con cariño- comenzó a dormir en la vereda. Pasó el invierno del año pasado, de frío y pandemia, a la intemperie. Sobrevivió.
Al tiempo que Amigos en el Camino movió en redes el pedido para reparar su casa rodante, apareció una nueva. "Ella nos dijo que se la trajeron del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y le creímos porque ella dormía en la puerta de la Casa de Eventos de la señora Bárbara Diez. El miedo que le quedó desde incendio hacía que durmiera en la vereda y allí la encontrábamos en cada visita", relataron lxs voluntarixs.
Pero esta semana, un desconocido asesinó a Viole. "Aún no lo podemos creer y nos duele tanto que cuesta ponerlo en palabras", lamentaron. "Ayer la mató un mal nacido, pero nos preguntamos si antes no la mataron otros. Otros que miran para otro lado mientras cientos de abuelos viven en la calle, perdidos en su mundo, desprotegidos y esperando que la muerte les dé descanso a sus cuerpos", reflexionaron con crudeza.
Desde las organizaciones que trabajan y que, incluso algunas, son integradas por personas sin techo, como Proyecto 7, denuncian hace semanas que el Gobierno porteño retomó los operativos de desalojo de las "ranchadas" en varios puntos de la CABA.
Ese mismo Estado tiene pautado realizar en abril un nuevo censo de personas en situación de calle. Si bien lo debe hacer por ley todos los años, debido a la pandemia el último se hizo en 2019 y arrojó que existían 7.251 personas en situación de calle, de las cuales 5.412 no tenían acceso a paradores ni a establecimientos con convenio con la Ciudad y que 871 (el 16%) eran niños, niñas y adolescentes y 40 mujeres embarazadas.
