Mientras en los últimos días se han reproducido numerosos ejemplos emotivos de cómo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 ganar no significa necesariamente quedarse con la medalla de oro, el ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump en contramano del mundo, cuestionó a la selección femenina de fútbol de su país por haber finalizado en el tercer puesto y luchar por los derechos LGTB.
Trump atacó sobre todo a la estrella del equipo, Megan Rapinoe, activista feminista y luchadora por los derechos LGBT, de la que dijo que "pasa demasiado tiempo pensando en la política de la izquierda radical y no haciendo su trabajo". Megan fue fundamental para la conquista de la medalla de bronce y convirtió este golazo olímpico.
"Si nuestro equipo de fútbol, encabezado por un grupo radical de maníacas de izquierda, no fuera 'woke', habrían ganado la medalla de oro en lugar del bronce. 'Woke' significa que pierdes, a todo lo que es 'woke' le va mal, y a nuestro equipo de fútbol ciertamente le ha ido mal", afirmó Trump en un comunicado.
El término "woke", en Estados Unidos, identifica de manera despectiva a las personas con conciencia sobre la desigualdad social y la discriminación por motivos de raza, orientación sexual, religión y otros motivos.
Estados Unidos, campeón del mundo de fútbol femenino, se quedó al margen de la final en Tokio 2020 tras perder en las "semis" con Canadá, 1 a 0, pero se quedó con la medalla de bronce al vencer a Australia por 4 a 3 en el partido por el tercer puesto.
